viernes, 20 de septiembre de 2013

Fue solo un momento




-         Brad, cuida de tu hermano, me acaba de llamar la abuela, no sé qué narices de la cisterna del baño que no deja de hacer ruido. Échale un ojo a Colin ¿Vale?
-         Vaaaaale
-         ¿Brad? (dijo asomándose en la habitación de su hijo)
-         ¿sí, papá? (dijo sacándose uno de los auriculares)
-         ¿Qué te acabo de decir? (el chico llevaba los auriculares y estaba jugando al ordenador).
-         Que recoja mi habitación (Andy respiró hondo para no matar a su hijo mayor).
-         Sí, eso fue lo que te dije antes de ayer y ayer y esta tarde cuando llegaste de la escuela (y miró a la habitación de su hijo que seguía igual que antes). Pero no es lo que acabo de decirte. He de ir a casa de la abuela, tiene un problema con el baño, Colin está en el salón viendo los dibujos ¿Puedes echarle un vistazo?
-         Sí (dijo asintiendo).
-         Ok, estaré en casa de los abuelos cualquier cosa me llamas. Vigila a tu hermano, la merienda os la he dejado en la cocina.
-         ¿Y Kelly?
-         Tu madre la traerá de la fiesta a las ocho, para entonces ya estaré yo, tranquilo. Portaros bien (y Andy fue a casa de sus padres que estaba justo a dos calles de la suya).
Brad fue a ver que hacia Colin, Colin estaba viendo los dibujos animados en la tele, cómo había dicho su padre. Dejó la puerta del salón abierta para oír a su hermano y se fue de nuevo a su habitación a jugar con el juego de ordenador que lo tenía obsesionado desde hacía unas semanas.
Andy llegó a casa de sus padres y su padre estaba metido en el baño intentando arreglar la cisterna del baño. Lo que solo podía significar una cosa. Habría que comprar una cisterna nueva. Por supuesto su padre no daría su brazo a torcer hasta que el daño fuera demasiado grande como para obviarlo.  La madre de Andy también lo sabía, así que había llamado a su hijo para que “vigilara” a su marido, mientras ella iría con su yerno a ver una cisterna nueva.
El cuñado de Andy se dedicaba a la construcción, así que en menos de 20 minutos ya tenían una cisterna nueva. Justo los 20 minutos que tardó el padre de 20 en acabar de destrozar la cisterna que solo perdía un poquito.
En cuanto el cuñado de Andy llegó con la cisterna nueva, Andy se batió en retirada, él era tan patán con las cosas de casa como su padre. Así que no tenía sentido quedarse, además, no le gustaba dejar a los niños solos. Puede que Brad ya tuviera  11 años, pero aun así no le hacía gracia dejarlo solo con Colin.
Y la razón por la que no le hacía gracia era porque Brad, no era precisamente del tipo cuidadosos responsable y porque Andy era un niño de 3 años más bien movido.  Al menos eso le parecía a él, quizás es porque Kelly y Brad habían sido unos niños muy tranquilos, o porque Colin había venido cuando ya no esperaban más niños. Y empezar de nuevo con la suma de dos hijos preadolescentes era agotador.
Y al llegar a casa y ver que el pequeño Colin había convertido las paredes del salón en su pequeña Capilla Sixtina, solo le hizo darse cuenta de lo despreocupado que era su hijo mayor y lo tremendo que era el pequeño de la casa, que ya se había llevado más de una palmadita en la mano por pintar en las paredes o en el suelo.
-         ¡BRAD! (bramó Andy desde el quicio de la puerta de la habitación de su hijo. Andy ni lo había oído llegar, así que casi se cae de culo)
-         ¿Papá?
-         Sí, papá.
-          Sal de ahí, anda (Y lo llevó a empujones al salón. Cuando Brad vio la obra de arte de su hermanito abrió mucho la boca)
-         ¿Colin? (aun parpadeando para ver si era un espejismo)
-         No sé, dímelo tú, tú estabas vigilándolo ¿No?
-         Yo no he sido (dijo Colin viendo que su padre estaba gritando)
-         Tú, jovencito, más vale que cierres el pico, papá está muy enfadado. Mamá y papá te han dicho ya muchas veces que no se puede pintar en las paredes (le riñó su padre muy serio).
-         Yo no he pintado (dijo poniendo pucheritos. Andy volvió  a respirar hondo. Dio dos zancadas largas  y atrapó a su hijo pequeño que al ver que su padre venía hacía él corrió a esconderse bajo la mesa del salón) nooooooo malooooo maloooo (decía Colin mientras luchaba con su padre para que no lo sacara de su seguro escondite).
-         ¡Colin! ¡Pórtate bien! No, no se pega a papá (viendo que le niño le estaba pateando) ¡Para ya, Colin! ¡Ya!
-         ¡Noooooooooooo malooooo noooo, no quiero!
-         PLASS PLASS PLASS PLASS (Andy le dio 4 palmadas en el culete. Aquello le vino por sorpresa a Andy que se soltó de los pies de la mesa) ¡Colin! ¡Estoy muy enfadado contigo! Te has portado muy mal! Papá y mamá ya te han dicho muchas veces que no se pinta en las paredes, hijo, no eres un bebé. Sí papá o mamá te dicen que no hagas algo, es que NO.
-         Maloooooooo (dijo poniendo pucheros e intentando pegar a su padre)
-         PLASS PLASS PLASS No se pega a papá, Colin. PLASS PLASS PLASS PLASS No se pinta en las paredes PLASS Ve a esa esquina y te pones a pensar en lo que has hecho (y le indicó la esquina donde solía castigarlo él y su esposa). Y tú (se giró para confrontar a su hijo mayor, y lo agarró por la muñeca y lo giró sobre si mismo) PLASS PLASS PLASS Cuando te pido PLASS PLASS que le eches un ojeada PLASS PLASS PLASS a tu hermano de tres años PLASS PLASS PLASS lo que quiero es PLASS PLASS PLASS que le eches una ojeada PLASS PLASS PLASS no que te quedes en tu habitación PLASS PLASS PLASS jugando al ordenador PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS.
-         Auuuuuuuuuuuuuuuuu (Brad puso la mano libre en su trasero para cubrir su pobre trasero).
-         Te has quedado sin ordenador una semana. Y ahora le ayudarás a tu hermano a limpiar todo ese desastre. Ve a la cocina a por un cubo, un estropajo y lavavajillas. A ver si logramos que vuestra madre no se entere de vuestra última trastada.
-         Pero si ha sido Colin (dijo Brad un poco tímido).
-         Sí, pero si tú le
-         hubieras estado vigilando sé perfectamente que tu hermano no se habría puesto a pintar las paredes. O al menos tú no se lo harías dejado ¿no?
-         No (le reconoció que bajando la cabeza, limpiándose las pocas lágrimas que tenía con la manga de su suéter).
-         Hijo, ya no eres un niño pequeño, si te pido que vigiles a tu hermano, quiero poder estar tranquilo y saber que lo estás haciendo. Hoy ha sido un poco de pintura en las paredes, pero podía haberse hecho daño. ¿Y cómo te sentirías si Colin se hubiera hecho daño porque en vez de estar vigilándolo estabas jugando al ordenador?
-         Mal (dijo Brad sin poder mirar a los ojos a su padre).
-         Si, lo sé. Sé que tu hermanito a veces es un poco ruidoso pero también sé que lo quieres mucho y no quieres que nada malo le pase. Por eso pensé que lo vigilarías ¿Entiendes? (Brad asintió con la cabeza. Andy le acaricio el pelo y  le sonrió) anda, ve, a por el cubo y el jabón (Y Brad corrió a la cocina a por el cubo).
-         ¡Colin! (y el niño se giró dudoso al oír a su padre llamarlo. Andy le indicó con el dedo que se acercara. Colin se acercó tímidamente cubriéndose el trasero con sus manitas).
-         Lo sientoooo (dijo poniendo pucheritos)
-         ¿Qué es lo que sientes, campeón?
-         Haber sido malo.
-         No eres malo, campeón. No es por eso que se ha enfadado papá. ¿A ver, porque crees que papá se ha enfadado tanto?
-         No sé.
-         ¿No?¿ Entonces necesitas más tiempo para pensar en la esquina?
-         Porque pinté en la pared (dijo desesperado Colin pensando que iba a volver a la esquina “tonta” de pensar).
-         ¿Y está bien pintar las paredes?
-         No (dijo un poco enfadado).
-         No, no lo está. Tienes  muchas hojas donde pintar, hijo. Las paredes no se pintan. Y si te vuelvo a pillar pintándolas me enfadaré mucho y te quitaré todos los colores (Colin negó frenéticamente). Entonces ¿Vas a volver a pintar en las paredes? (le preguntó su padre de una forma menos ruda)
-         Nooooo
-         Eso es, venga ahora tu hermano y tú vais a limpiar todo. A ver si mamá no se da cuenta porque sino (hizo el gesto de darle unos buenos azotes y Colin se volvió a cubrir el trasero y negó como un loco).
-         Noooooo
-         Pues ya sabes, a ayudar a tu hermano.
-         Si, papi, yo limpio, yo limpio todo (dijo muy seguro)
-         Ese es mi chico (y le dio un baso en la cabeza), venga que papá también os ayudará.
-         Siii (y Colin le abrazó y le dio un beso).
-         Ay que ver que papelón eres, hijo… Como tu madre.

3 comentarios:

  1. Jejeje que nenes no aprenden nunca ni por todos los años que cumplan, porque Andy se pudo llevar a Collin con él y se evitan el regaño de mamá... que suerte para nosotros que no se ocurrió.

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  2. Ay qué traviesito ese Colin, jejej!!! quién no se creyó el artista pintando las paredes de la casa?! jajaj!!!

    Me encantó el relato!!! Eres magnífica creando situaciones!!! :D
    Escribe más, si?!!

    Camila

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  3. jajjaaa los niños y sus travesuras tan lindos que son el peque le hizo decoración nueva a las paredes jeje. Andrea

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