martes, 24 de septiembre de 2013

DAMIEN



DAMIEN

- Papi, Papi Papi - saltó a los brazos de Bruce Wayne que tuvo que dejar todo lo que llevaba para atrapar a su torbellino de 3 años.

Alfred recogió el abrigo y el portafolio que Bruce dejo en el piso – Cuantas fueron esta vez – dijo Bruce.

-  El Señorito Damien se comió casi dos docenas esta vez – Alfred miró al pequeño que trataba de escalar hasta los hombros de su padre.

Bruce dejo a su hijo en el piso y el niño comenzó a dar vueltas en círculos haciendo como que volaba, el subidón de azúcar en un cuerpecito tan pequeño podía ser peligroso así que Bruce se quedo vigilando a su niño hasta que literalmente había agotado sus energías extras proporcionadas por las galletas de chocolate que el pequeño había robado.

Cuando tuvo algo de calma Bruce  tomo en brazos a su pequeñito, al mirarlo de frente su carita era pura risa y toda inocencia, Bruce Wayne se cuestionó lo que iba a hacer el pequeño era solo un bebé pero ya le había advertido que no debía comer galletas de Chocolate sin permiso y con el corazón encogido puso al menor de sus hijos sobre su regazo bajo sus pantaloncitos y le dio 6 palmaditas.

No fueron palmadas fuertes para el griterío que Damien armo, al escuchar llorar de tal manera a su bebé Bruce se sintió el peor padre de Ciudad Gótica.

Acunó a su bebé hasta que este se durmió.

Por la noche el agudo oído de Bruce sintió unos pasitos recorrer el pasillo y abrir la puerta de su habitación, en la oscuridad vio una pequeña sombrita.

- Papi me duele – dijo una voz quejumbrosa

Bruce se sentó en la cama para ver a su niñito vestido en su pijama enterito, con su oso en una mano su pelo negro revuelto y un pucherito en su angelical rostro.

- Ven acá – dijo Bruce y le hizo un lado a su bebé quien no espero más invitación para acurrucarse en el lugar más seguro de la tierra al lado de papá.

- Donde te duele pajarito – el niñito se sobó su pancita – Aquí – dijo en un susurro

Bruce miró en su velador donde tenía las gotitas para el dolor de estomago ya sabía que las iba a necesitar esa noche.



2 comentarios:

  1. Ohhh, mi Damien querido!! qué ternura de bebé!! jeje!! uhmm.. y qué glotoncito resultó ser, dos docenas de galletas?!! qué delicia!! jaja!!

    Gloria eres super talentosa, cómo alegran el día tus historias!! Sigue deleitándonos con más!!

    Camila

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  2. Pobrecito Damian, pero que hermisísima te quedó :'3
    Damian es mi segundo Robin favorito...Jason es el primero <3 y me encanta el pequeño ninja! Lo amo, lo amo, lo amo!!!!
    Escribe más porfa :D

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