domingo, 29 de septiembre de 2013

EN CASA NO SE JUEGA CON EL BALÓN


EN CASA NO SE JUEGA CON EL BALÓN

- AUUU AUU AUUU (Ben aullaba como si le estuvieran arrancando la piel a tiras)
- PLASS PLASS PLASS ¿Cuántas veces os tengo que decir que no se juega en casa con el balón? PLASS PLASS PLASS (Jorge preguntó muy enfadado a su hijo menor, mientras su hijo mayor les miraba todo asustado. Jorge sabía que debía castigar primero a Ben porque solía salir corriendo en cambio Dani, solía obedecer y quedarse quieto cuando se le decía).
- AUUUU NO PAPI, AUUU NOOOO DUELE
- PLASS PLASS PLASS Esa lámpara era cara, Ben. Y no solo era cara sino que era un regalo de un buen amigo. PLASS PLASS PLASS
- Aaayyyy Fue un accidente papá auuuuuu
- PLASS PLASS Un accidente que jamás habría pasado si hicierais caso PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS (Le dio los últimos 6 chancletazos)
- Aauuuuuuu lo sientoooooo
- A tu cuarto y no salgas hasta que yo te dé permiso PLASS (lo envió de una palmada. Ben corrió para quitarse del alcance de la odiada chancleta de piscina). Dani, tienes 8 años hijo, no eres ya ningún bebé. Si os digo que no se juega a la pelota dentro de casa es porque se pueden romper las cosas. Y sé que lo entiendes porque más de una vez te he visto reñir a Ben por jugar tan bruto en el sofá.
- Lo siento, papá (dijo Dani con lágrimas en los ojos y ambas manos tapándose la retaguardia), es que no dan nada bueno en la tele y Ben y yo pensamos que podíamos pasarnos flojito la pelota, pero...
- Os animasteis demasiado ¿no? (dijo rodando los ojos su padre, siempre era igual, aquellos dos críos empezaban tan buenacitos y después en cuestión de segundos tenía dos pequeños demonios de Tasmania en medio de una cristalería). Hijo, esta historia se repite ya demasiadas veces, tenéis un precioso jardín para jugar al balón.
- No pensamos en eso.
- Ya, bueno pues ahora vas a pensarlo y mucho (Jorge fue hacia donde se había quedado clavado su  hijo y lo agarró del brazo. Pero aún se cubría con la mano libre) Dani, la mano.
- Por favor, papá, no con la chancleta.
- ¿Prefieres la correa? (preguntó su padre fingiendo hablar en serio).
- Nooooo
- Entonces aparta esa mano, Dani (dani reticente apartó la mano y Jorge empezó a castigar el trasero de su hijo mayor) PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS En casa no se juega a la pelota Dani PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS estoy muy cansado de repetirme PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS.
- Auuuuuuu noooooo auuuuuuuuuuuu
- Si os vuelvo a pillar a Ben o a ti jugando al balón dentro de casa os daré con la correa PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
- NOOOOO papá, por favor nooooooo.
- PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS Y con la paga de los dos del próximo mes compraréis una lámpara nueva PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS
- Papá nooooo  ayyyy auuuu duele auuuuuuuuuuuu papaaaaaaa auuuuu
- A tu cuarto y no salgas hasta que yo te dé permiso PLASS (y como había hecho con su hijo pequeño de una palmada lo envió a su habitación. Dani a diferencia de Ben no corrió, se secó las lágrimas y se quedó mirando a su padre con carita de perrito abandonado, Jorge dio una larga respiración, y le dio un abrazo y un beso en la cabeza) Dani, a tu habitación (le dijo en un tono menso severo) e intenta no destrozar nada más el resto del día ¿eh? (dijo con una sonrisa. Su hijo mayor era más sensible sentimental que Ben o que él mismo. Era igual que su abuela y eso hacía que Jorge se sintiera muy orgulloso de tener un hijo con un corazón tan grande como el cañón del Colorado).

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