domingo, 12 de abril de 2015

SI ODIO TODO SOBRE USTED PORQUE DEBO AMARLO? CAPITULO 9



SI ODIO TODO SOBRE USTED PORQUE DEBO AMARLO?
CAPITULO 9

Sábado, 07:00 a.m., el Capitán, Andrés Felipe Contreras, desde la oficina del D9 (oficina de gestión comunitaria militar), del batallón logístico de Cúcuta, el “premio”, recibido de parte del general LOZANO BARRERA, por su arrojo y algo de insubordinación en combate en el Vaupés un par de meses atrás, sostenía una animada conversación telefónica, con un viejo compañero de curso de su época de cadete militar, el Capitán CAMILO PRIETO GUTIERREZ, especialista en inteligencia militar, actualmente destacado en el Comando General de las Fuerzas Militares.
Caramba, que milagraso, a que santo debo encenderle una vela para agradecerle que te acordaras de los pobres cursito? Espeto divertido, pero con un dejo de reclamo el Capitán Camilo Prieto, bastante alegre pero sorprendido ante la llamada celular de su mejor amigo de la escuela de cadetes.
Lo se cursito contesto un poco apenado Andrés Felipe, he debido estar más al pendiente de los amigos, incluso aún más de la familia, pero tú sabes cómo es la vida en el área de operaciones, hay momentos en los que no te da tiempo ni de dormir, mi madre me va a mega regañar cuando se dé cuenta que estoy en Bogotá, que le llegue de sorpresa sin avisarle nada, hace meses que no sabe mayor cosa de mí, pero seguro conocer a esa maravilla de nieto y su hermosa futura nuera la va a alegrar demasiado, afirmo feliz el militar.
Nieto?, Nuera? Pregunto sorprendido el Capitán Camilo prieto, como es eso? En qué momento sucedió mi hermano?
Si tu solo tenías tiempo para jugar al héroe, haciendo cada locura una y otra vez, créeme que aquí en comando central ya son legendarias tus choco aventuras militares, menuda cagada le hiciste al viejo LOZANO BARRERA, con todo y la prensa extranjera a bordo, JAJAJAJAJAJAJAJA, afirmo en tono burlón el capitán Prieto.
Joder, pero como vuelan los chismes cursito, JAJAJAJAJAJAJA, contestaba divertido Andrés Felipe, al tiempo que le resumía, a su viejo amigo, su encuentro con Angélica María en Florencia, el año y medio de relación, junto a ella, su traslado sorpresivo al Sinaí, el traslado de Angélica a Cúcuta, estando embarazada, los doce años perdidos y la forma providencial de como los había recuperado de vuelta.
Santa Madre de todos los apachurrados, menuda telenovela mexicana, mi hermano, afirmaba sorprendido el Capitán Camilo Prieto, pero bueno, los Recuperaste, ya están de nuevo a tu lado, y de antemano te felicito Andrés, si hay alguien que merece esta felicidad ese eres tu Tigre.
Mil gracias cursito, por tus buenos deseos, afirmo complacido el Capitán Contreras, pero me da vergüenza llamarte después de casi dos años sin hablar contigo para pedirte un favor, pero eres el único capacitado y en quien confió al 100%, para averiguar todos los pormenores de lo sucedido ese año, durante el 2003, ocurrieron demasiadas cosas extrañas alrededor de Angélica y de mí, cosas que te pido que investigues a fondo.
Entiendo curso, contesto el Capitán Prieto, sabes, en su momento me pareció demasiado extraño ese traslado tuyo al Sinaí, siendo apenas un sub teniente recién egresado de la escuela, ese tipo de comisiones de servicios al extranjero las reservan para oficiales de más rango y mucho más experiencia, te han podido matar esos fundamentalistas árabes.
Créeme que fue un verdadero infierno Cursito, contesto Andrés Felipe, estuve durante tres largos años, patrullando por la península del Sinaí, esquivando francotiradores, carros bomba, y ataques suicidas, jamás voy a poder olvidar todo aquello, tanta crueldad, muerte y miseria.
Pero bueno Curso, te tengo que dejar, en dos horas más parte el vuelo hacia Bogotá, pedí mis vacaciones por fin, para poder registrar el niño como mi hijo legítimo, cuadrar todo lo de bienestar social militar para Angélica y Juan Andrés, hacer los trámites de registro de mis bienes, para que Juan Andrés y Angélica,  figuren como dueños de todo y  de mi matrimonio del cual espero que seas mi padrino y pues para darle la sorpresa a la Doctora Lina y mis hermanos, incluso el viejo se va a sorprender bastante, espero que de forma grata, afirmo algo preocupado el militar al pensar en su sumamente difícil padre.
Por supuesto que te voy a ayudar mi hermano, afirmo decidido el Capitán Camilo Prieto, aquí hay gato encerrado, algo apesta a demonio, pero debo averiguar que es, igual voy a revisar cuidadosamente los archivos digitales de tu historial militar, alguien sumamente influyente debió meter mano, para que te desterraran fuera del país, lo mismo con tu mujer, Perooooo, te va a costar JEJEJEJEJEJEJE.
Ya sabía yo que tú no dabas puntada sin dedal, contesto en tono de burla Andrés Felipe, Que quieres a cambio de tu ayuda?, pregunto curioso.
Algo simple en realidad, afirmo ceremonioso el Capitán Prieto, veras, es que el mes entrante son los juegos inter fuerzas militares, los que organiza la escuela de las Américas, y pues nuestro equipo de paracaidismo acrobático militar, está en problemas, los últimos dos torneos nos han eliminado en Primera ronda y pues hay un señor Capitán de Infantería de fuerzas especiales, amigo mío por cierto, que es una estrella en paracaidismo militar, el tipo vuela como un águila por los cielos en caída libre y necesitamos que se haga cargo de entrenar y dirija durante la competencia al equipo.
Vale, contesto Andrés Felipe, yo voy a utilizar algo de tiempo de mi descanso, para entrenar a tus reclutas, incluso los voy a dirigir durante los ejercicios en el torneo, pero necesito que investigues todo a fondo, quiero que llegues hasta la raíz de este mal, necesito saber quién me perjudico de semejante forma y porque lo hiso.
Mientras tanto en el apartamento, Angélica María y Juan Andrés, finiquitaban, los detalles para el viaje en avión hacia Bogotá, en especial las maletas.
Gelicaaaa, no me gusta la ropa para clima frio, afirmo molesto Juan Andrés, detesto usar tanto trapo encima, me estresa, me siento asfixiado, dijo molesto el niño.
Pues mi príncipe a mí tampoco me mata la idea de usar abrigos gruesos, bufandas, pasamontañas y guantes, pero vamos para Bogotá y sabes que esa ciudad es demasiado fría y lluviosa y no deseo que vayas a pescar un feo resfriado, todo por no ser suficientemente cuidadosos con la ropa sentencio su madre, recuerda tu bronquitis amor.
Ashhhh, que mierd…., espeto molesto Juan Andrés, terminando de cerrar su maleta, de mala gana y con una mueca fea en su carita, ante la afirmación de su madre, pero no se atrevió a terminar la frase grosera, ya que de inmediato se vio bajo la mirada más severa que tenía su madre.
Juan Andrés, sin decir groserías, ni seguir de pataleta, que no es para tanto, me haces el favor y la cortas de una buena vez y terminas de vestirte como corresponde o cierto niñito va a viajar a Bogotá con la colita pre calentada, en cuanto llegue su papa a recogernos, sentencio su madre.
Pero, no quiero ponerme todos estos trapos, chamarra térmica, bufanda, guantes, pasamontañas, NO ME GUSTA, JODER, Grrrr, porque me quieres obligar a vestirme como no quierooo, NO ME DA LA GANA, ENTIENDELO DE UNA BUENA VEZ, dijo Juan Andrés, con los ojitos bastante abiertos, con una mueca de total desafío en su carita hacia su madre y terminando su escenita de niño rebelde, con un fuerte pisotón en el suelo y aventando la maleta de mala gana, la cual voló desde el corredor,  hasta aterrizar directo en el sofá de la sala.
Justo en el mismo instante en que Andrés Felipe entraba al apartamento, con la intención de recoger a su señora y a su hijito, para salir juntos con rumbo al Aero puerto de Cúcuta a esperar la salida de su vuelo.
Wow, y esto que contiene? Pregunto sorprendido Andrés Felipe, ante la evidente pataleta de su retoño.
Porque están volando las maletas mi  príncipe? Pregunto con cariño y bastante divertido su padre, mirando tranquilamente a su niño directo a los ojos, pero sin perder el buen humor en ningún momento.
Juan Andrés, solo guardo silencio, bajo la mirada, aun bastante enfurruñado, con su madre, y mirando de nuevo a su padre, directo a los ojos le contesto de mala manera, PASA, QUE NO PIENSO PONERME TODOS ESTOS TRAPOS DE PORQUERIA PARA EL VIAJE ANDRES FELIPE, ESO PASA ENTIENDES?
JUAN ANDRES, que es esa grosería para contestarle al papa, reprendió, ya bastante molesta Angélica María, me haces el favor y te disculpas con nosotros de inmediato y la cortas de una buena vez, mira que te conviene calmarte ahora mismo niñito, sentencio molesta y con una mirada severa su madre.
Lamentablemente Juan Andrés, era un Contreras Torres, con todas las letras, básicamente un buen, inteligente, travieso y dulce niño, pero también temperamental, orgulloso y cabeza dura, idéntico a sus padres,  y si a eso le sumamos, que prácticamente no había dormido más de una hora, la noche anterior al viaje, ya que el mocoso se había desvelado, emocionado en el chat de su perfil de Facebook, contándole a todos sus contactos, sus amigos y amigas del cole, sobre su padre y todo lo que harían en Bogotá, sin percatarse del tiempo, razón por la cual el niño estaba mal humorado e irascible.
Andrés Felipe, se había quedado a cuadros, completamente sorprendido de ver a su hijito levantado en armas, desafiando la autoridad paterna, por una completa tontería como tener que ponerse ropa adecuada para clima frio en cuanto se bajaran del avión en Bogotá, así que respiro profundo y sin perder el buen humor, trato de razonar con el niño.
Mira mi príncipe, la cuestión, es que nos toca a los tres abrigarnos muy bien en cuanto lleguemos a Bogotá, el clima es demasiado frio y tú no estás acostumbrado a él, Cúcuta es súper caliente en comparación, así que si no te abrigas como corresponde, te puede dar una neumonía y la idea es que la pasemos rico juntos en familia bebe, no que te nos vayas a enfermar por haya.
No soy un jodido bebe, Capitán Contreras, deje de tratarme como un idiota, que eso lo entiendo perfectamente, pero ya le dije a su mujer y se lo repito a usted señor mío, para luego gritarle intempestivamente a su padre, NOO QUIERO USAR TANTO TRAPO PESADO ENCIMA, y perdóneme por ser un provincianito de tierra caliente y no ser así de sofisticado y fino como usted. Después de faltarle al respeto de nuevo a su padre, salió corriendo a su habitación encerrándose no sin antes dar un fuerte portazo.
Andrés Felipe, tomo aire, se sentó en la sala, pasándose las manos por el rostro realmente molesto, pero que carajos había sido todo aquello? Porque razón su niño los estaba tratando de semejante modo?
Esto ya se pasó de castaño a obscuro, afirmo enojada Angélica María, me da grima cada vez que se le cruzan los cables y se comporta de ese modo, sobre todo por una tontería tan intrascendente amor.
Amo con todo mi ser a mi hijo, pero ese niño tiene que aprender a controlar su temperamento y sobre todo tiene que entender que a los papas los debe de respetar y no tratarlos de semejante forma, con tamaño irrespeto, si solo le faltó pegarte, afirmo escandalizada Angélica María.
Mirando con seriedad al Capitán Contreras, el cual la observaba con cara triste y los ojos algo húmedos, ya que lo dicho de ese modo tan fiero, por parte de su bebe, en verdad le había dolido, no se lo creía pero así había sido.
Me haces el favor Andrés Felipe, y vas ya mismo a su cuarto y le enseñas buenos modales a tu hijo, ya que evidentemente yo no fui capaz de hacerlo durante los últimos doce años, sentencio furiosa Angélica María.
Al tiempo que le entregaba en las manos a su amado la vieja y sólida regla de madera de la última ocasión a un sorprendido Andrés Felipe, al cual la idea de Castigar a su bebe de ese modo no le hacia ninguna gracia, cosa que de inmediato puso de presente y se lo hiso notar a su amada, castigar a su hijito era por mucho la última cosa que hubiera contemplado y deseaba hacer justo en ese día, que debiera de ser animado, tranquilo y agradable para los tres.
Angieeee, amor, no nos pongamos trascendentales, déjame yo voy y hablo con él, de forma pacífica, porfa, afirmo con un semi puchero en la cara el capitán Contreras, buscando indulgencia en su amada, para su adorado.
No me hagas esa cara de cordero degollado Andrés Felipe, que a mí tampoco me hace ninguna gracia esto, pero es nuestro deber como sus padres, castigarlo cuando se comporte de semejante modo y bien que lo sabes, sentencio Angélica María, completamente seria.
Mientras tanto en su cuarto Juan Andrés, estaba acostado boca abajo en su cama, en pantalonetas, sin buzo y aun descalzo, ya que el niñito se había negado rotundamente a vestirse, tenía media hora larga llorando desconsolado, completamente furioso consigo mismo, dándole puños al colchón.
Soy un completo pendejo, ISHH, ISHH, ISHHH, pero como mierda se me ocurre hablarles a mis viejitos de semejante forma??, IDIOTA, IDIOTA, BUAHHH, ERES UN GAMIN DE LO PEOR, Juan Andrés, NO ERES DIGNO DE ELLOS, ISHH, ISHHH, NO TE MERECES ESOS PAPAS QUE TIENES, BABOSO, IMBECIL CAPRICHOSO Y GROCERO, ASI LE AGRADECES A DIOS QUE TE HAYA DEVUELTO A TU PADRE??, TRATANDOLO ASI DE MAL?, se decía a si mismo completamente arrepentido y triste por haber provocado semejante fandango por una absoluta tontería.
Sabía que la había cagado en grande, que esta vez se había pasado dos continentes completos, al contestarles de semejante modo, con gritos, grosería, muecas y desafío a sus padres, cuando estos lo único que pretendían era que el viajara a la nevera (Bogotá), debidamente vestido, el tenia alergia bronco pulmonar al frio, eso lo sabía hacia años.
Mierdaaaa, como me duele la cabeza JODER, afirmaba Juan Andrés,  lloroso y bastante molesto consigo mismo.
Poco después entraba muy suavemente a la habitación del infante el Capitán Contreras, con un gesto algo sombrío pero bastante sereno, con la regla de madera en la mano derecha y cerrando la puerta tras de sí, ya que Angélica María, había condenado el trasero del chico, pero no presenciaría aquello, convenientemente argumento que eso era asunto de padre e hijo.
Juan Andrés al sentirlo entrar, se sentó al borde de la cama, con los ojitos anegados en llanto y la carita bastante roja, debido al trasnocho y toda la descarga de adrenalina por la rabieta, la cabecita en ese punto le dolía horrores.
Hola mi príncipe, dijo Andrés Felipe sentándose con cuidado al lado del niño en la cama de este, mirándolo preocupado por el aspecto que Juanito tenía.
Hola papito, contesto Juan Andrés, bastante compungido y avergonzado en medio de hipidos y secándose un poco las lágrimas del rostro.
Mirando con atención la regla de madera que su padre sostenía con desgano en su mano derecha, completamente consiente de a que venía aquello.
Me vas a castigar con la regla por patán, verdad papito?, pregunto sombrío el pequeño a su padre el cual estaba a punto de romper en llanto junto a su adorado retoño al verlo en ese estado, tan vulnerable y triste.
Piensas que sería algo injusto de mi parte mi niño?, le contesto con otra pregunta Andrés Felipe, al infante quien en automático se arrojó a los fuertes brazos de su progenitor, necesitaba ese abrazo desesperadamente, necesitaba sentir el amor y la seguridad que el abrazo de su padre le trasmitía en ese momento.
Nooo, perdóname papitooo, BUAHHH, BUAHHHH, BUAHHHH, soy de lo peor con ustedes, soy un pésimo hijo BUAHHHH, BUAHHHH, castígame como quieras, que a fin de cuentas me lo gane a pulso, pero por favor perdóname Papito, PERDONAMEEE, soy un irrespetuoso, un grosero con la mama y contigo, BUAHHH, BUAHHHH.
EYYYY, CALMA BEBESITO MIO, SHHH, CALMA, manifestó Andrés Felipe, alarmado, ante la vulnerabilidad e inseguridades que habían salido a flote de parte de su hijo en ese mismo instante, apretando más la intensidad del abraso en el que tenía sujeto a su niño.
La mamita y el papa te amamos más que a nuestra propia vida, eres nuestro hijito adorado bebe, como se te ocurre que por causa de una discusión además bastante tonta, te vamos a dejar de amar.
Quiero que de una vez por todas, entiendas lo siguiente, dijo el militar bastante serio mirándolo directo a esos bellos ojitos miel anegados en llanto, mientras con sus manos le limpiaba el mismo las lágrimas del rostro a su bello hijo,
tu eres JUAN ANDRES CONTRERAS TORRES, hijo de Andrés Felipe y Angélica María, eres el regalo más grande y valioso que nos dio la vida y puede que tu papa sea bastante rígido y estirado en ocasiones, pero entiende, soy un oficial militar y de niño mi padre jamás me trato con cariño, pero a ti hermoso, tu padre te ama con cada célula de su ser, es más, me voy a permitir usar una analogía bíblica para expresarte lo mejor que pueda esto, tu eres mi hijo amado en quien tengo mis complacencias.
Así que deja de lado tus inseguridades y miedos de una buena vez, ya que hagas lo que hagas o digas lo que digas, jamás te vas a librar de mí, jamás te voy a amar menos o a sentirme menos orgulloso de ti como hijo,  entendiste muñequito? Y dicho esto dejo la regla a un lado de la cama.
Si señor ISHH, ISHH, contesto triste, en medio de hipidos aunque con el corazón muchísimo más tranquilo Juan Andrés, al darse una vez más de Cuenta que su padre, que ese militar rudo, lo amaba más que a cualquier otra persona en todo el mundo, que su padre daría la vida feliz a cambio de la suya, sin dudarlo un segundo.
Ahora me quieres contar a que se debió todo eso en la sala mi vida? Pregunto sereno el militar, porque estoy seguro que ese arranque de mal genio y de grosería con los papitos de parte tuya se debió a algo más a que simplemente no te guste usar ropa demasiado abrigada mi príncipe.
Sí señor,  hay algo más papito, contesto mucho más calmado Juan Andrés, mirando a su padre con gesto triste, anoche de puro desobediente, no me fui a dormir temprano como la mama me pidió que lo hiciera, me trasnoche chateando por FACE con mis amigos toda la noche, casi hasta las cinco de la Madrugada, creo que por eso tengo muchísimo sueño, estoy de mal genio y me duele la cabecita.
Bueno, ya sabemos a qué vino todo eso bebe, dijo aliviado Andrés Felipe, sabes muy bien hijito, que los horarios de comidas y de sueño no están por puro capricho de los papas, están para que crezcas sanito.
Un niño de doce años en pleno crecimiento necesita alimentarse muy bien, hacer deporte y dormir almenos ocho horas diarias mi ángel, por eso mismo es que estas de mal genio y te duele la cabecita ahora, por no dormir lo que correspondía, y de paso estas en problemas jovencito, porque por estar todo amanecido y de mal genio te comportaste muy grosero con tus papitos, por una completa bobada.
En fin, resoplo cansado de todo aquello, Andrés Felipe, ven al regazo de papa y terminemos de una buena vez con todo esto, que castigarte es algo que detesto hacer manifestó serio el militar.
Sí señor, contesto resignado Juan Andrés, y se puso de pie justo al lado de las piernas de su padre, tomando el mismo la regla de madera de la cama y ofreciéndosela valientemente a su padre, lo cual sorprendió demasiado a este.
Hijito de mi corazón, no pensaba castigarte con esa cosa, dijo Andrés Felipe, a su niño, de forma dulce y serena, me parece que es demasiado fuerte, te dolería horrores si te castigo con la regla de madera bebe, además no creo que sea para tanto.
Pero yo sí creo que debes castigarme con la regla papito, contesto decidido Juan Andrés, mirando de forma seria pero serena a su padre, directo a los ojos, soy un desobediente y además un grosero con ustedes, por mucho que me gustaría que no me castigaras o que me castigaras con la mano, ya que seguro dolería mucho menos que la regla de madera, no merezco menos que eso, me gane la tunda a pulso y no pienso evadir la responsabilidad, ni las consecuencias de lo que hice, de lo que yo mismo me busque.
Andrés Felipe, escuchaba en silencio completamente sorprendido, las palabras de su valiente y digno hijo, si es que el mocoso era un Contreras, con todas las letras, sin duda no podría sentir más orgullo por su hijito en ese momento.
Perfecto, me parece que tienes toda la razón hijo mío, contesto sumamente orgulloso y con gesto marcial el Capitán Contreras, ante tamaño despliegue de valor de parte de su joven hijo, entonces terminemos con esto de una buena vez, que debemos tomar un avión y ya vamos tarde.
Sin mediar más palabras bajo con cuidado la pantaloneta del niño hasta las rodillas, luego el bóxer licrado que tenía puesto y lo acostó con gentileza sobre su regazo, Juan Andrés, solo se estremeció en las rodillas de su padre,  esperando el primer reglazo sobre su desobediente trasero.
Andrés Felipe, respiro profundo, y alzo la regla a una altura no muy grande, ya que no deseaba provocarle demasiado dolor a su niño, debido al impacto de la madera de la regla con las nalguitas de su hijo, mucho menos después de semejante acto de valor.
Te voy a dar veinte reglazos en la cola hijito, le dijo muy sereno el militar, ese será tu castigo por tu mal comportamiento de hoy, después de eso, todo quedara saldado, será historia pasada y borrón y cuenta nueva mi niño, estamos claros en eso amor?
Sí señor, clarísimo, ya estoy listo papi, contesto sereno Juan Andrés, quien estaba deseando que todo aquello terminara lo más pronto posible, para que su papito lo mimara muchísimo y aprovechar para también hacer las paces con su mami, y que mejor excusa para esto que buscar el consuelo y mimos de Angélica, después de la pela que le iba a dar el papa.
Así que sin perder más tiempo, Andrés Felipe, descargo el primer reglazo con una intensidad moderada sobre el bello trasero de su niño, PLACK, se escuchó el sonido seco por todo el cuarto, seguido de un AUUU, UFFF.
De parte de Juan Andrés, el cual se agarró fuerte a la pierna izquierda de su padre, por debajo de la rodilla, buscando obligarse a sí  mismo a mantenerse en posición durante lo que durara su castigo.
Él no era un cobarde chillón y se lo demostraría a su papi, lo que hiso que al inclinar la espalda aún más, su lindo traserito quedara en pompa más levantado y dispuesto para la regla.
PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, siguieron cayendo alternados los reglazos sobre el trasero de Juan Andrés, el cual trataba de no quejarse demasiado, no por orgullo o rebeldía, simplemente no le parecía correcto pedir indulgencia de parte de su padre, cuando el mismo consideraba que estaba siendo demasiado suave al castigarle.
PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, NO VAS A VOLVERTE A TRASNOCHAR CON LA PC, MUCHO MENOS EN SEMANA DE CLASES O ANTES DE UN VIAJE ENTENDIDO JOVENCITO?
SII, SI SEÑOR, PAPITOO NUNCA MAS, BUAHHH BUAHHH, maldita sea, el odioso llanto de nuevo pensaba Juan Andrés, detestaba llorar, pero esa mierda picaba, escocia demasiado.
PLACK, PLACK, PLACK, PLACK, JAMAS VAS A VOLVERNOS A HABLAR DE ESA FORMA TAN GROCERA JUAN ANDRES, SOMOS TUS PADRES Y MERECEMOS TU RESPETO HIJO, ESTAMOS CLAROS EN ESO TAMBIEN?
BUAHH, BUAHHH, SIII, SI PAPITO, NUNCA MAS, LO LAMENTO EN SERIOO, BUAHHH, BUAHHH, PERDONAME BUAHHH.
PLACK, PLACK, PLACK, por supuesto que te perdono hijito de mi corazón, dijo compungido Andrés Felipe, arrojando la regla al suelo con molestia, al tiempo que levantaba de su regazo a su hijo y lo acunaba entre sus brazos, fuerte contra su pecho,  llenándolo de besos y mimos por toda la carita y la espalda y le secaba las lágrimas de sus ya muy hinchados ojitos color miel con su pañuelo de forma suave.
Poco a poco el infante se fue serenando entre los fuertes y protectores brazos de su padre, y en medio de hipidos y sorbiendo moquitos de vez en cuando, el sueño y el dolor de cabeza por el trasnocho de la noche anterior al fin lo vencieron y  termino quedándose profundamente dormido, colgado del cuello de su papito y con la cara hundida en su pecho.
Genial, solo esto hacía falta, pensó algo molesto el militar para quien los horarios y la puntualidad eran un credo, algo sacro santo, y todo su meticulosamente planificado itinerario se acababa de ir al demonio gracias a la pataleta monumental de su retoño.
Con un infinito cuidado como si fuera de cristal, descargo a Juan Andrés, boca abajo sobre su cama, busco un frasco de loción mentolada en el armario del niño, la cual aplico con gran cuidado y delicadeza sobre toda la superficie del trasero de su adorado hijo, el cual había quedado bastante rojo y caliente debido a la tunda recibida, lo que lo hiso sentirse un perfecto infeliz al haberle causado eso a su niño adorado, odiaba tener que castigarlo.
Masajeo con gran mimo y cuidado las nalguitas de su retoño hasta que toda la loción mentolada  fue absorbida por la castigada piel y poco a poco el lindo trasero de Juan Andrés, tomaba el color blanco normal que debía tener.
Después, le termino de quitar la pantaloneta y le acomodo en su puesto el bóxer, para luego aplicar talcos en los bellos pies de su niño, ponerle los calcetines, aplicarle un poco de loción HUGO BOSS, en el cuellito y pecho, ponerle un buzo esqueleto y encima de este uno de algodón bastante abrigado, luego con gran habilidad y cuidado le puso el jean a Juan Andrés, para finalmente calzarlo con unas botas cafés tipo militar que hacía poco el mismo le había comprado al niño.
Caramba, se sorprendió a sí mismo el Oficial Militar, para ser un completo novato en estas lides de ser padre, parece que tengo talento para esto después de todo, o pueda que el instinto sea más fuerte que la habilidad, como fuera lo conseguí y creo que lo hice bastante bien afirmo satisfecho el Capitán Contreras al ver a su Juancho, perfectamente bien vestido.
En el instante en el que Angélica María, ingresaba al cuarto de su hijito, intrigada ante el prolongado silencio, dentro de este, seguido después del llanto  de Juan Andrés, debido al castigo que recibió, el Capitán Contreras estaba a punto de salir del mismo con su hijo perfectamente listo y preparado para viajar, alzado en sus fuertes brazos, sostenido como una carga preciosa, que en efecto para él lo era, al tiempo que haciendo gala de una habilidad propia solo de un militar como el, traía también en su mano izquierda cargando la maleta de viaje de Juan Andrés.
Amor, debiste llamarme para que te ayudara, a vestirlo, dijo con ternura una muy conmovida Angélica María, al ver a sus hombres listos para por fin salir con rumbo al aéreo puerto de Cúcuta.
No hiso falta mi cielo, contesto satisfecho Andrés Felipe, el príncipe quedo rendido por el sueño y por tanta lloradera, el mal genio y todo el espectáculo que monto era por puro sueño, el carajito se amaneció chateando por FACE, con los amigos amor, afirmo divertido el militar.
Ahí está pintado este mocoso del carrizo, solo a él se le ocurre trasnocharse en vísperas de un viaje, afirmo aun molesta con el niño, Angélica María.
Linda, cuando despierte, ya no lo vayas a regañar más por eso por favor, mira que ya lo castigue con la regla por todo lo ocurrido y el prometió que jamás lo Haría de nuevo amor, ya es tema superado entre los tres, afirmo con tono dulce y cara de ponqué el militar.
Además, busca por favor un analgésico de acción rápida para darle apenas despierte, que se durmió lloroso y con dolor de cabecita, seguramente debido al trasnochon que se pegó anoche.
Acto seguido, el Capitán Contreras, llamo por radio al soldado que haría las veces de conductor, quien los esperaba abajo en el parqueadero, para llevarlos al Aero puerto, con el fin de que les ayudara a bajar el equipaje y montarlo en el baúl de la camioneta de la brigada que había dispuesto para aquel fin.
Así, sin más, la familia Contreras Torres, llegaba al Aero puerto de Cúcuta, apenas con tiempo de embarcar en el vuelo de SATENA (Aero línea de pasajeros operada por la fuerza aérea colombiana) y despegaban con rumbo a la ciudad de Bogotá.
Estando en medio del trayecto de un vuelo estimado de casi tres horas a velocidad de crucero un muy descansado, despejado y muchísimo más Tranquilo Juan Andrés, despertaba en el avión, mimoso, desbordando dulzura hacia sus padres, manifestándole a sus papitos que tenía un hambre horrible, ya que por andar pataleteado, no había tenido tiempo de desayunar esa mañana.








5 comentarios:

  1. Andrés... me sorprendes siempre, ha sido un deleite leerte, me gusta como va la trama de tu historia y se me hizo un nudito el corazón con el castigo, vamos que 20 son duros para un mocoso de 12 años, jjjj, pero bueno, su padre es un hombre amoroso, menos mal tiene mucho amor en su corazón, ahora espero que las cosas se aclaren con su propio padre...

    un abrazo

    Marambra

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    1. Genial que te haya gustado, tu opinión siempre me ha parecido super informativa, y si fue duro el castigo de Juancho,aunque digo en defensa del militar que castigo a su niño de mala gana, el detesta hacerlo, pero el mocoso se había pasado demasiado de grosero y el asunto entre el militar y el dragón va a estar algo explosivo jejejejejjee

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  2. Hola!! Cómo estás?!
    Como ayer te dije, me gustó mucho el capi... aunque comparto opinión con Marambra, ejejej... Fue duro Andrés con su hijito!!! Odio esa regla... creo que le diré al niño que la queme, ejejej! Angélica se lavó las manos y dejó el trabajo duro a su amorcito... grrr!
    Me gusta la actitud valiente del niño! Es un solcito de tierno! y la ternura con que lo trata su papá.
    Ya quiero ver qué pasa con el resto de la familia.
    Muy bien, Andrés!

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  3. Me encuentro super Cami, te agradezco mucho por tu comentario, ya que estas acompañando esta historia desde el inicio y espero que así siga siendo ya que tu analizas cada aspecto y giro de la trama a fondo, eso me encanta, un abraso.

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