domingo, 8 de junio de 2014

LA PISCINA


 LA PISCINA

Resultaba gracioso ver como un criajo de tres años intentaba emular en todo a su hermano mayor de diez. Si Ted se enfadaba por algo, Cole se enfadaba también. Si Ted se reía, Cole no era menos, aunque a veces no supiera dónde estaba la gracia. Y cuando veía llorar a su hermano, Cole se sumía en una tristeza infinita. Por eso Ted trataba de no llorar delante de él.
A dónde fuera el mayor iba el pequeño. A menudo Aidan pensaba que era una suerte que Cole hubiera escogido seguir a Ted y no a Alejandro, por dos razones. La primera era que  no todas las cosas que Alejandro le podía enseñar eran provechosas, y la segunda que para aguantar la persecución constante de un niño pequeño hay que tener una paciencia infinita. Y Ted, aunque generalmente impaciente, era capaz de aguantar de todo con respecto a sus hermanos.
Es imposible explicar lo que sintió Cole cuando vio a su hermano en la piscina. Fue como ver volar a un superhéroe, porque para Cole las dos cosas eran igual de increíbles y maravillosas. A Ted le gustaba el agua desde bien pequeño, y pese a su corta edad nadaba con un estilo envidiable. Cole le observaba desde la piscina para bebés  con los ojos muy abiertos, con unas ganas enormes de unirse a él. Varias veces se salió de la piscinita para intentar ir a la de los mayores, pero Aidan siempre le interceptaba en el proceso.
-         No, campeón… No puedes meterte ahí tú solito. Papá se mete luego contigo ¿bueno?
Pero Aidan nunca tenía tiempo para meterse. Siempre estaba muy estresado cuando iban a la piscina municipal, porque sentía que eran demasiados niños para controlarlos a todos. No quería ponerles en peligro, pero también era consciente de que con el calor que hizo aquél verano en California era casi un delito negarles  el día de piscina que con tanto ahínco le pedían.
Aidan les prestaba especial atención a Barie y a Madie, porque aunque ambas tenían manguitos no se sentía tranquilo al verlas en la piscina grande, pese a saber que estaban en la parte donde no cubría. Le había pedido a Ted que les echara un vistazo, pero el mayor de sus hijos estaba como pez en el agua y sus hermanas sólo le retrasaban.
Harry, en cambio, no se quería meter. Aidan sabía que aunque no lo admitiera era porque tenía miedo. Bebé orgulloso de seis años… Tras esperar un rato decidió hablar con él, y logró convencerle para que entrara en el agua. En los dos minutos que duró aquella conversación, perdió de vista a Cole y a Dylan, que estaban en la piscina pequeña. Cuando volvió a mirar, sólo vio a Dylan en el agua.
El susto que se llevó hay que vivirlo para entenderlo. Aidan giró la cabeza en todas direcciones, justo a tiempo para ver cómo su bebé se lanzaba al agua en la piscina grande. Aidan se sacó la camiseta y se preparó para saltar a por su niño, pero no hizo falta porque Cole había logrado alcanzar a Ted, y se mantenía a flote agarrado a él. Ted salió del agua con su hermanito en brazos y para entonces Aidan había logrado que su pulso se normalizara un poco.
-         No te enfades con él… anda….
Aidan ni le escuchó. Le dio un beso a ambos, le susurró un gracias a Ted, y aplastó a Cole en un gran abrazo sin importarle que le pusiera perdido de agua, cuando él aún no estaba mojado.
-         Te dije que no podías ir a esa piscina -  le regañó.
Cole le miró con una sonrisa pícara y ojitos inocentes, que era la forma en la que le solía mirar cuando hacía alguna travesura por la que sabía que en realidad no iba a ser castigado. Aquella vez, sin embargo, no le funcionó. 
Aidan no le soltó en ningún momento, poco dispuesto a separarse de él, y les dijo a los demás que salieran del agua, porque de todas formas se hacía tarde. Tras los ruegos de rigor con el “un ratito más” logró que todos salieran, y mientras lo hacían y se secaban, Aidan se sentó en una butaca con Cole aún en sus brazos.
-         A papá se le hace caso, y más en la piscina, Cole.

-         Lo siento…¿Tas enfadado?

Aidan lo pensó un momento. Normalmente habría dicho que no, pero aquello era importante, se trataba de no poner en riesgo la vida de su pequeño, así que necesitaba ser comprendido, entendido y obedecido por un niño de tres años. Asintió.

-         ¿Sabes por qué?

-         Porque he sido malo… - respondió Cole, con un puchero.

-         Porque te quiero mucho. Y si te pasa algo, yo me muero.

-         ¡Ño! ¡Ño te mueras!

Cole se abrazó a él, tomándose aquella frase como algo literal. Aidan sonrió un poco ante la ternura y la inocencia de su bebé, y le dio un beso.

-         No puedes volver a hacer eso, Cole. No puedes hacer algo que te he dicho que no hagas, ni meterte en la piscina de los mayores sin papá. – le dijo, y la bolita que había entre sus brazos asintió. Aidan suspiró, y sin  tumbarle encima ni moverle de dónde estaba tiró un poquito del bañador de Cole para bajárselo.

PLAS PLAS PLAS PLAS

-         Esto, bebé, es para que no se te olvide. – susurró.

Pensó que Cole lloraría mucho. Sólo una vez le había pegado, y no había sido más que una palmadita sobre el pantalón. Pero no soltó una sola lágrima. Se tapó con las manitas y cuando entendió que no iba a pegarle más se colgó del cuello de su padre. Aidan le  frotó la espalda y luego termino de quitarle el bañador para ponerle la ropa interior y los pantalones.

-         ¿Estás bien, bebé? – le preguntó. Ese silencio le daba algo de mala espina, porque no había soltado un solo “ay” o un “no”, ni nada.
Cole no respondió, y cuando Aidan terminó de vestirle, se marchó a buscar a Ted. Aidan suspiró. Pensó que su niño estaba enfadado, y entendió que era una reacción normal, pero entonces Cole volvió tirando de Ted con un brazo y de Alejandro con el otro. Era gracioso verle caminar con la torpeza de sus pocos años tirando de sus hermanos.

-         Papá malo – dijo Cole – “Aleandro” y Ted dicen tamén que malo.
-         ¿Ah sí? – inquirió Aidan.
-         Le prometiste al enano meterte con él en la piscina, así que ahora lo tienes que hacer. – dijo Alejandro.
Aidan abrió la boca para explicar que no podía ser, que tenían que irse, pero entonces se fijó en los ojos acuosos de Cole, y suspiró. Se quitó la camiseta.
-         Está bien, ven aquí, enano, que te ponga el bañador otra vez…

Mientras cambiaba a su bebé, Aidan no dejó de observarle. Algo en su expresión le obligó a estrecharle en un abrazo.
-         ¿Qué ocurre, bebé? ¿Quieres llorar?
Cole asintió, y Aidan le dio un beso, y le acarició el pelo.
-         Mi amor, no hay por qué… pero si lo necesitas hazlo….
-         No, “poque” Ted no llora…
Aidan abrió un poco los labios y luego se sentó con su niño encima, meciéndole un poco.

– Ted si llora… Pero tú no tienes por qué hacer todo lo que haga Ted, corazón. Sois distintos ¿bueno?
-         Él es “beno”.
-         Y tú también, mi sol. Tú también eres muy bueno, y papá te quiere a ti tal como eres, y a Ted tal como él es ¿bueno? – respondió Aidan, dándole besitos cortos. Cole asintió, y Aidan caminó con él hacia la piscina. - ¿Quieres que le diga a Ted que venga también?

- ¡Ño! ¡Ahoda sólo to con papá!
- Sí, mi amor. Ahora sólo tú con papá. – le aseguró, y recibió en recompensa una enorme sonrisa. Su bebé estaba contento de tenerle sólo para él por un rato. 

7 comentarios:

  1. Ayyy, pero qué cosas más dulces escribes!!!! Adoro a tus nenes bellos! Son todos súper encantadores! DREAM!! Escribe más de estos lindos cortitos, por fisss!!!! :D

    ResponderBorrar
  2. Hermoso !!! que me lo como a besos a esta ternurita

    ResponderBorrar
  3. Por favor ya no aguanto más la espera actualiza el capitulo después que Michael sa va ...... y Andrew le habla a Aidan

    ResponderBorrar
  4. Hola Nena Dream se que no eh comentado mucho tus hiostorias es que apenas las estoi leyendo y te pido una disculpa por eso pero es que como son super geniales ya no me aguante las ganas y ahora voi como el cangrejo de regreso upss se que no deberia ser asi pero bueno
    esta genial y tambien quiero saber que sigue porfis continua

    estrella

    ResponderBorrar
  5. aww Dream definitivamente me dan ganas de comerme a besos a todos tus niños :3 son tan hermosos <3 estos cortitos son una autentica pasada ( asi se dice verdad? me gusta mucho como suena) bueno el punto es que son simplemente geniales igual que todo lo que escribes
    saludos :D

    ResponderBorrar
  6. Amo a Cole... si él solo quería estar con su hermano... Aidan se salvo porque si no cumplía su promesa le daba yo unos azotes

    ResponderBorrar