miércoles, 31 de diciembre de 2014

Nathan



Nathan nunca le gustó obedecer cuando se trataba de las órdenes de su madre ya que Deb nunca estaba con él… Y no entendía por qué debía cambiar su vida cada vez que ella se le antojaba llegar al hogar. La última vez que había hablado con ella le había rogado que volviera casa y ella sólo se excusó diciendo “cariño es importante lo estoy haciendo” dejando su hijo con el corazón destrozado sabiendo cuál era su lugar en la vida de su madre. Y ahora que había dejado de  entrenar, además de  bajar sus notas y peor cuando él se lo negó ella… no encontró nada  mejor que castigarlo con el cepillo de abuela.

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