miércoles, 24 de diciembre de 2014

Gloria tu amiga secreta es Ariane



BLAIR EN PROBLEMAS?!!! OTRA VEZ?!!
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-Bueno jóvenes. Con la clase de hoy damos por terminado el temario de éste año, y recuerden que para aprobar la materia deben presentar el trabajo de investigación antes del cierre del semestre. Para los que no empezaron, todavía tienen tiempo, y recuerden que el mejor trabajo será publicado en la revista de Ciencias de la Escuela.... No duden en ser creativos a la hora de poner en práctica sus conocimientos. Ésta carrera demanda eso y más... buena suerte a todos. Y ya saben que pueden encontrarme los días lunes y....- Explicaba el Profesor Sanchez a sus alumnos mientras algunos de ellos empacaban sus libros y apuntes e ibannn saliendo del anfiteatro, algunos con caras de preocupación, otros de cansancio o indiferencia, pero había una que resaltaba de entre la muchedumbre. Un rostro aniñado, risueño y alborotado…. Blair Sandburg estaba que saltaba en un pie de felicidad! Siiiii!!!! Su primer trabajo de investigación!! Bueno, no tan el "primer"... pero sí el que decidiría si pasaba o no el curso. Y además estaba ese "adicional" que lo traía brincando de emoción... se publicaría el mejor reporte en la revista de la Universidad! Definitivamente, Blair rebosaba de alegría.
-Sí, sí, sí, síiii... biennn!!!- Iba murmurando el niño, mientras caminaba hacia el patio principal de la Universidad, cargando libros y revistas, con su preciada mochila colgando de su hombro. De lejos, un grupo de cuatro jóvenes de entre los 20 y 22 años, no podían evitar mirarlo con recelo. Cómo podía el maldito crío sentirse emocionado con esa tarea?! Ashh, si se notaba que el chico era de otro planeta. Nada más bastaba mirarlo para darse cuenta que ese parásito era un auténtico freak! Quién usaba chaleco con semejante calor?! Y encima de esos colores?! Y ese cabello?! Parecía un nido de ratas!! Maldito cerebrito!! Uhm... Pero tal vez.... Sí. Él podría ser su “salvación”. Total, en ninguna parte decía que el trabajo debía ser individual! Sí. Blair Sandburg era la respuesta que tanto habían esperado!


El muchacho arrojó al piso el cigarro casi terminado que había estado fumando, mientras que sus ojos se iluminaban con un brillo de malicia. Una voz en su cabeza le gritó que el mocoso era su solución y Víctor asintió.
-Oye Sandburg!! - Llamó Víctor, caminando en dirección al pequeño genio, haciendo un gesto a sus compañeros para que lo siguieran.
Blair se dio la vuelta, conservando aún su preciosa sonrisa en su más precioso rostro.
-Qué pasa, Victor?! Acaso no sabes cómo encontrar la salida de la Escuela?! Vamos, creí que eras más listo que eso, pero ya veo que las gallinas son más inteligentes que tú….- Dijo, dejando a su contraparte más rojo -tanto de la furia como de la vergüenza- que un tomate.
-Óyeme mocoso. No te pases de listo si sabes lo que es bueno para ti…- Respondió Víctor, agarrándolo de la parte delantera de su chaleco, para acercar  su rostro peligrosamente al de Blair.
-Ufff… -Resopló el joven estudiante- bueno para mí sería que tú te compraras enjuague bucal… apestas, man!- Víctor no caía en sí. Estaba a punto de darle un buen golpe y romperle la boca insolente de ese bicho raro, cuando el profesor Sánchez los interrumpió.
-Pasa algo, caballeros?!- Había notado el intercambio poco amistoso entre Blair y Víctor, y siendo consciente de los comentarios alrededor del niño de rizos y de su escasa aceptación en el ámbito universitario, decidió tomar cartas en el asunto. Sabía que no todos tomaban bien que un adolescente de 15 años pudiera tener mejor promedio que un joven de 20! Y Víctor era de aquellos que no toleraban ser superados. Él era el hijo del Rector! Debía ser el mejor según su padre, según sus amigos... y hasta según su novia! Por eso detestaba al chiquillo.
-No, profe. -Dijo rápidamente Víctor, soltando las prendas de Blair, y dando un paso hacia atrás. Blair lo miró serio, pero no dijo nada.
-Sólo estábamos hablando del trabajo final… y de la posibilidad de integrar a Blair a nuestro grupo…
-Qué?!! -Exclamó Blair- Yo no quiero inte…
-Ohh, eso sería muy bueno- Interrumpió el profesor, sin hacer mucho caso a la carita de asco que puso Blair ante la idea.
-Pero….
-Trabajar en equipo es una buena forma para que pongan en práctica lo aprendido y les da la posibilidad de implementar nuevas ideas…. Desde ya les estoy asignando 20% de la nota, como incentivo.
-Pero… -Blair no podía estar más desilusionado.
-Joven Sandburg, me permite unas palabras?!- Dijo el profesor, pasando un brazo por los hombros del muchacho para llevarlo a un lugar más apartado de los otros jovencitos.
-Profe, yo….
-Hijo, yo sé que no te agrada mucho la idea, pero velo de éste modo, es una buena oportunidad para que interactúes con tus compañeros…. No creas que no te he visto. Siempre estás solo y no es bueno que un chico de tu edad esté sin compañía, sin amigos. Además…- El profesor se inclinó un poco para hablarle cerca del oído- No crees que podrías darle una mano a esos muchachos?! Ya ves que no son muy listos y estoy seguro que con tu ayuda y dirección, entre los cinco harán un brillante trabajo….
Blair sonrió ante la palabra ayuda. Dueño de un corazón bondadoso, el niño no podía decir que no y sólo asintió un poco más feliz ante la posibilidad de brindar una mano a alguien, aunque ese alguien fuera el idiota de Víctor.
-Está bien, profesor. Lo haré.- Contestó con una sonrisita pequeña.
-Ése es mi alumno!- Animó el docente, sin saber en qué problema lo estaba metiendo a su alumnito favorito.
.................


Blair ya se imaginaba que él no sería el director del grupo, pero jamás pensó que Víctor asumiría el papel de dictador. Más tarde, en la biblioteca de la Universidad, el improvisado grupo se reunía para hacer las asignaciones de las labores, quedando lo más esencial en manos del chico.
-No lo olvides, niño- Blair hizo una mueca ante la palabra- Tú te encargarás de ir a ese barrio y recabarás la información que sea necesaria. Nosotros buscaremos el soporte científico aquí y ya luego te lo damos para que termines el trabajo…
De más está decir que Blair no estaba para nada contento con esa distribución de tareas, pero se abstuvo de decirlo en voz alta. Ahora que lo pensaba mejor, no estaba a salvo estando en el mismo grupo que Víctor y sus idiotas secuaces. En qué momento se había dejado convencer?!
-Entendiste niño?- Remarcó la palabra con malicia -
-Sí.- Respondió seco. El mayor de los muchachos le dio un golpecito en la nuca y se retiró del sitio, dejando a Blair bastante preocupado.
-Oh, nooo!!- Murmuró- Ahora qué haré?!
Así empezaba la peor semana de nuestro adorado niño de rizos. Una muuuy estresante y dolorosa semana.
Blair jamás pensó que le costaría tanto salir del loft para hacer la investigación. Siempre había sido un espíritu libre. Desde pequeño, su madre lo había alentado a ser independiente - a tal punto de dejarlo por meses solo, a pesar de su corta edad-… pero desde que se mudó con su padre, la situación había cambiado. Jim Ellison vivía sólo para su hijo. Lo cuidaba y controlaba con esmero y dedicación, algo que nunca había hecho Naomi, pero eso no siempre era del agrado del niño. Encima, Jim se había pasado los últimos días en la casa. Acaso no tenía que hacer vigilancia?! No es que Blair no disfrutara de la compañía de su papá. Él lo amaba con todo su ser... pero por qué justo ésta semana debía quedarse allí?!


Cada vez que el niño quería salir del loft, se encontraba con su padre de frente, retándolo, mandándolo a la cama o simplemente quedándose a conversar con él.
Sin embargo, Blair cada vez sentía más ansiedad. El tiempo pasaba y la fecha límite se iba acercando y con ello el malestar y enojo de Víctor crecían cada día más, así como el peso sobre los hombros del muchacho.
Una noche, luego de un mensaje muy “convincente” de Víctor, Blair se armó de valor y decidió que había llegado el día de portarse como adulto y salir a buscar la tan preciada información para el proyecto.
-A dónde vas, hijo?! - Preguntó Jim, en cuanto vio escabullirse a su niño por la sala.
-Ehm… uhmm…. papi, yo….- Blair se frenó de golpe y se dio vuelta despacito para ver a los ojos celeste cielo de su padre.
-Qué sucede, jefe?! -Esa duda no le gustó al centinela… menos el disparo de los latidos del corazón de su niñito. En qué nueva travesura andaría su bebé?!- Dónde estás yendo a éstas horas?! Eh?! Ya es muy tarde y creo recordar que te dije que debías estar en la cama ya!.
-Jiiiiim…. Apenas son las diez!!
-Son las once!!- Repuso el centinela, tomando el brazo de su hijo para llevarlo hasta su cuarto.
-Que nooo!!! Son las diez y cincuenta y cinco minutos… papi, a la cama no!! No soy un bebé- Reclamó haciendo un puchero que le quedó adorable.
-A  la cama que son más de las once de la noche y los niños de tu edad deben dormir unas ocho horas por lo menos….
-No quiero!!
-Plafff!!!
-Auuuuuu…. te pasas, man! Ya soy grande, Jim! Tengo quince años y por si no lo sabías, no tengo que pedirte permiso a ti para salir a donde yo quiera!- Blair muy tarde se dio cuenta que había hablado demasiado rápido y tal vez… sólo tal vez…. sin pensarlo muy bien. Por lo que no le extrañó mucho cuando su padre, en un movimiento fluido lo acomodó sobre su regazo y le bajó el pantalón de jeans que llevaba puesto para darle unas buenas palmadas.
-No entiendo qué está pasando contigo, hijo. Pero esta manía tuya de querer salir por las noches, se termina hoy….-Dijo antes de dejar caer su pesada mano en el indefenso trasero de su mocoso, decidido a dejar bien “claro” el asunto.
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Riiiiiing.... Riiiiiing.... Riiiiiiing....
Eran las diez y media de la mañana del día siguiente y el sonido insistente del teléfono resonó a lo largo y ancho del loft.
-Uhmmm... noooo... por qué?!! -Susurró un muy cansado Blair, cubriéndose sus hermosos oidítos con la almohada.
Riiiing.... Riiiiing.... Riiiiiing....- Insistían del otro lado de la línea.
-Grrr!!! Quién rayos será tan temprano?!- Murmuró, apartando la almohada de su cabeza, poniéndose de pie, de manera gruñona y floja a la vez para ir en busca del teléfono maldito, que no dejaba de fastidiar sus sueños.
Riiiiiiiing..... Riiiiiiing..... Riiiiiiing....
-Ya voy, ya voy..... Jeezzz...Que ganas de molestar.... -Dijo antes de tomar el aparato en sus manos.
-Hola!- Dijo en un tono no muy amable. Obviamente, había pasado una mala noche después de la charla que su papá había tenido con su trasero, y lo último que el muchachito deseaba era tener que abandonar su camita tibia.
-Hola?! Blair?! Eres tú, maldito mocoso?!!- Preguntó el sujeto del otro lado del tubo.
-Víctor?!! Qué quieres?!! -Preguntó Blair, frotándose los ojos para quitar el rastro de sueño.
-Cómo que qué quiero?!!- Chilló el tal Víctor y Blair tuvo que apartar un poco el teléfono de su orejita- Se suponía que traerías los resultados de la investigación en la mañana!!! Ya son más de las 10!! Qué carajos haces en tu casa aún?!!!
-Los... los resultado?!- Repitió el niño la parte que más le importaba.
Ay, rayos! Ahora qué le diría?!!!
-Dime que los tienes Blair, o eres un crío muerto!!!
-Yoo....- No pudo decir nada más. Cómo explicarle que no había podido conseguir los datos?!! Cómo decirle que su padre no lo dejó salir?! Y que de tanto "insistir" se había llevado unas palmadas y un "a la cama que son más de las once de la noche y los niños de tu edad deben dormir unas ocho horas por lo menos"?!!!
Ashhh...su papá a veces era tannnn sobreprotector!! GRrrr...
-Blair Sandburg. Más te vale que los tengas, niño o lo lamentarás! -Blair solo cerró los ojos.
Cómo diablos se metió en este gran lío?! Bueno, eso ya no importaba… lo que importaba ahora era que debía encontrar el modo de salvar su pellejo sin poner en riesgo su trasero. Pero cómo?! Debía hallar el modo, pero ya!


En eso estaba cuando vio una nota sobre la mesa.


“Jefe, hoy llegaré tarde porque tengo un trabajo de vigilancia muy importante. Quiero que duermas temprano y te comportes.
                    Te amo.”


Blair dio un brinquito de emoción. -Yeah! -Dijo en un murmullo.
-Los tendré mañana.- Dijo y colgó sin darle tiempo a Víctor de que le replicara.
Esa noche, Blair tenía todo listo. Salió sin preocupaciones del loft y tomó un bus para llegar al barrio donde se suponía tenía residencia el grupillo que habían tomado de análisis.
No le costó nada llegar hasta el edificio viejo donde se reunían. Aquello había sido prácticamente pan comido. Lo que no contó el inteligente niño fue que la banda aquella justo esa noche había planeado un ritual de sacrificio. Por algo les apodaban “los satánicos”. Pero eso él cómo lo iba a imaginar?! Y como si los muy canijos tuvieran un sexto sentido… o tal vez los oídos de su papá, Bair fue presa fácil de capturar. Terminó atado, de pies y manos a una especie de T y estaba a punto de visitar el mismísimo infierno, cuando su padre derribó la puerta y detuvo el cuchillo que quería abrirse paso en su pancita.


El detective Ellison no daba crédito a sus sentidos cuando percibió la presencia de su hijo en uno de los edificios que debía vigilar. Qué estaba haciendo su bebé ahí?! Tomó su celular y marcó al loft, después de un par de intentos, se convenció de que su desobediente hijo no estaba en casa, durmiendo como un niño bueno, sino precisamente en la construcción sospechada de alojar a la banda más peligrosa del vecindario aquél.


-Brown, pide refuerzos. Mi hijo está en peligro. -Dijo, bajándose apurado de la patrulla, con su arma en la mano, mientras que el otro detective tomaba la radio para pedir ayuda.


El centinela, cual animal salvaje, se movió cauteloso entre los muros, llegando en cuestión de minutos al lugar, sólo para que sus ojos confirmaran lo que su corazón y el resto de sus sentidos ya sabían.
Cuando vio a Blair, tan cerca de la muerte, no dudó en derribar la puerta y enfrentarse a los siete malvivientes, que tenían a su niño cautivo.
La lucha fue feroz, pero Jim sacó fuerzas de donde no tenía con tal de salvar la vida de su hijo. Al final, cuando la valentía parecía no ser suficiente contra los criminales, Simón y sus hombres hicieron su entrada triunfal, logrando reducir a todos los integrantes de la banda.
-Jefe. Hijito, estás bien?! Estás bien, mi niño?!- Preguntó Jim una vez que pude tener a su hijo entre sus brazos.
-Papito… Papito, lo siento. Lo siento. -Decía llorando Blair, en el hombro de su padre.
-Shhhhh… tranquilo, cariño. Hablaremos en casa. Todo estará bien, hijito. Lo prometo!- Dijo Ellison, llenándole de besos la frente. Había estado tan cerca de perderlo. A centimetros de que ese cuchillo le arrebatara todo lo que su corazón más amaba. Todo por qué?! Por un caprichito de su hijo?! Já, pero él pondría punto final a las salidas, en cuanto tuviera a su bebé seguro en el loft, se encargaría de dejar “grabado” el punto en las nalgas de su Jefecito adorado.


Oh, sí! Blair Sandburg sería un niñito muy triste al final de la noche.


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Una vez que los informes de lo que habia pasado estuvieron listos, Simón dejó a su mejor detective partir a casa. Sabía que el hombre debía tener una difícil -pero necesaria- charla con su hijo. Muy dentro de su corazón sintió pena por el chiquillo. A pesar de sacar canas verdes, Blair Sandburg era un buen niño. Digno hijo de su padre. Por ello, y sabiendo lo mucho que Jim adoraba a su diablito de rizos, y siendo él mismo padre, entendía muy bien lo que el centinela haría esa noche.


Ya en el loft, Jim mandó a su hijo a cambiarse de ropa, mientras él preparaba algo de comer. Era muy tarde ya y se replanteó si debía tener esa “charla” esa misma noche o le daba tregua hasta el día siguiente….
-Jim?!- La voz insegura de Blair lo sacó de sus pensamientos.
-Ven, siéntate a cenar.- Le dijo, indicando la silla en frente de la suya.
Blair tenía la mirada dirigida hacia el piso. No se atrevía mirar a su padre después de haberlo desobedecido. Con pasos lentos caminó hacia la mesa y se sentó a comer calladamente el sandwich que Jim había preparado.
-Papá, lo siento…- Murmuró sólo para los oídos de su padre.
Jim ya había notado el arrepentimiento de su bebé y cuando sintió en el ambiente el olor característico de las lágrimas, se puso de pie y lo tomó entre sus brazos.
-Shhhh…. shhhh, cariño. Lo sé! - Como pudo, acomodó la silla que había quedado a un costado y tomó asiento, haciendo que su niño se ubicara sentadito sobre su regazo
-Perdónnn… perdóname papito. Nunca más te desobedeceré, lo juro… lo juro…- Lloraba.


Jim lo fundió en un abrazo, sintiendo cómo el latir del corazoncito de su hijo hacía que su propio corazón se estremeciera de felicidad.


-Sé que estás arrepentido, mi bebé, y estás perdonado. -Blair apretó sus bracitos alrededor del cuello de su papá.
-Vas… vas a… a castigarme?!- Preguntó haciendo pucheros. Sabía cuál sería la respuesta, y de sólo imaginarla, su traserito ya empezaba a picar.
-A ver….- Dijo el centinela, apartándolo un poquito de su pecho para que lo viera a la cara- Tú que eres un muchacho inteligente, me vas a decir si te mereces o no un castigo. Qué dices, eh?! -Un par de ojos azules profundos lo miraron impresionados.


Será que esa noche volvería a obrarse un milagro y él salvaría su “pellejo” otra vez?! Su papá le estaba dando la gran oportunidad, y él no la desaprovecharía!!
-Bueno. Yo… papá…-En su brillante mentecita empezaba a idear la defensa perfecta. Pero un vistazo al rostro devoto de su padre, le hizo recapacitar.
-Por qué saliste de noche, hijo?! - Preguntó el centinela, luego de unos momentos de silencio- Qué hacías en ese barrio?! Y en ese edificio?! Sabías que es uno de los sitios más peligrosos de Cascada?!
Claro que lo sabía, pensó. Lo sabía muy bien. De hecho, en ese factor de riesgo estaba basado su informe. Pero Blair se abstuvo de mencionar eso y bajó nuevamente la cabeza- Mírame a los ojos, Blair- Dijo su padre, con voz tranquila, poniendo su mano bajo el mentón de su hijo para levantarle la carita. -Quieres explicarme qué hacías ahí?
-Yo… yo tenía que hacer un trabajo…-Explicó. Jim lo escuchaba atentamente.- Era… era un trabajo muy, muy importante, Jim, de veras!.
-Más importante que tu seguridad?! Que tu vida?!- Cuestionó incrédulo el centinela.
Blair negó con la cabeza. Estaba a punto de estallar en crisis cuando notó una mancha roja en el hombro de su papá.
-Estás herido!- Dijo preocupado, tocando levemente la zona lastimada.
-No es nada… -Respondió el detective, tomando la manito de su pequeño entre sus manos, viendo cómo los ojos de su hijo se llenaban de lágrimas, que pronto cayeron por sus cachetes..
-Sí lo es! Estás… snif… estás he.. herido… y es mi culpaaaa- Sollozó tristemente. Se sentía avergonzado. Por su culpa a Jim lo habían lastimado -Perdóname, Jim.. esto es.. es mi.. snif.. mi culpaa…
-No hijito mío. No es tu culpa, tesoro. -Consoló Ellison- Esto es parte de mi trabajo… no te
preocupes, cariño. No es nada… no es nada… shhhhh!!! Shhh!!
-No debí arriesg… arriesgarme… buaaaa…
-Eso es cierto. No debiste.
-No debí… lo siento… entenderé si quieres que me vaya… -Dijo intentando contener su dolor, haciendo un amague para levantarse del regazo de su padre.
-Alto ahí jefe.... eres mí hijo… mí hijo… y si no quieres tener más problemas, no quiero volver a  oír salir de tu boquita que te irás de casa y menos que creas que seré yo el que quiera que te marches… porque te estaré zurrando hasta que tengas 50.
-Es que… -Y la mirada se centró en la herida. Era lo único que tenía en mente en esos momentos. Y su padre se encargó de hacerlo volver a la realidad.
-Es que nada. No estoy enojado contigo por esto, cariño. Y no voy a castigarte por haber recibido un pequeño corte. Tú te aseguraste una paliza desde el momento en que decidiste desobedecerme… pero ponerte en peligro, por el motivo que fuera, hijo, eso te ha ganado una de las buenas! Tu vida es impagable para mí, me muero si te pasara algo, mi niño. Y es por eso que voy a ser severo contigo. Ve a tu cuarto. Yo voy en un momento.- Le dijo, ayudándolo a ponerse de pie.
Blair se fue a su habitación  con los ojos llenos de lágrimas. El sentimiento de culpa no lo dejaba en paz. Jim, su padre, el único que se preocupaba y le amaba tanto, había sido herido por su culpa, por su desobediencia. Y todo por qué?! Por culpa del idiota de Víctor y sus amigotes. Por quéee?! Si él estaba tan bien haciendo su trabajo solito y tenían que venir a molestarlo y meterlo en este lío….


El pobre muchacho se tiró en su cama a llorar su miseria. Y fue así como encontró Jim a su tesoro rizado, envuelto en un mar de lágrimas por todo lo que había ocurrido.
-Ven aquí, mi chiquito!- Le dijo, tirando de su bracito para poder acercarlo a su pecho.
-Papá… snif snif… yo… yo lo siento tanto… perdóonnnn… buaaaa!!!
-Ya está, cielo. Ya, mi rey…. shhhhh… yaaaaa- Y su voz fue haciéndose cada vez más suave y arrulladora, hasta que los sollozos de su pequeño disminuyeron.


Blair restregó su carita contra la camisa de su padre para limpiarse las lágrimas y fue cuando notó lo que había dejado en la parte inferior de la cama.


-Papi?!!- Lo miró asustado.
-Te dije la última vez que si volvías a poner tu vida en peligro te daría una paliza con la mano y con la regla, lo recuerdas?! -Blair sólo lo miraba impactado, sin poder salirse de su estado de shock -Tú me prometiste que no lo harías más… no ha pasado ni un mes desde nuestra última conversación, hijito, y ya has roto tu promesa, por lo que yo tendré que ser firme en la mía si quiero que tú aprendas.-Acto seguido, Jim procedió a tumbarlo boca abajo sobre su regazo.
-Nooooo… Jiiiiim, noooo!!! - Sin pérdida de tiempo, desnudó el trasero de su mocoso y empezó a descargar potentes palmadas, que se llevaron la voz del niño… sólo un instante.
-PLASSS!! PLASSS!! PLASSS!! PLASSS!! PLASSS!! PLASSS!!
El centinela dejó caer de dos en dos las palmadas, asegurándose que su mano cubriera cada pequeña superficie de la colita de Blair.
-Auuuuuuuuu… auauauauuauauuuuuu… ayyyyyyy!!! PAPÁAAAAAAA, NOOOO!!!! Buaaa… noooo!!! -Gritaba y pataleaba, tratando de esquivar la poderosa mano de su papá.
-PLASSS!! Por qué... PLASSS!! te estoy….PLASSS!! castigando, Blair PLASSS!! -Preguntó rebotando su mano de una nalga a la otra.
-Ayyyyyy….. auchhhhh…. Buuaaaaaaa!!! Por… por desobedeceeeer…. buaaaaaaaa… lo sientoooo… buaaaaaaa
-PLASSS!! PLASSS!! No más…. PLASSS!! PLASSS!! PLASSS!! desobediencias, hijo... PLASSS!! PLASSS!! PLASSS!!- Dijo agregando más fuerza en las palmadas que estaba entregando.
-Buaaaaaaaaaaaa…. auauauauuuuu…. ya no mássssssssss… no maaaaaaaaaaás!!! Buaaaaaaa…Nunca mássss… buaaaa…-


Jim tuvo que sacar firmeza de donde no tenía para terminar con el castigo. Odiaba hacer llorar a su hijo. Pero esas lágrimas eran un pequeño precio a pagar, con tal de asegurarse el bienestar del rey  de su corazón.
Sin querer prolongar más la agonía de su pequeño, tomó la regla y la estampó seis veces en la curva de la colita colorada, trayendo más lágrimas y dolor a su bebé.
-PLAST!!... NUNCA MÁS... PLAST!!!... VOLVERÁS  A PONERTE EN PELIGRO, BLAIR... PLAST!! PLAST!! O TE PROMETO QUE LA PRÓXIMA VEZ PLAST!! PLAST!! TE DARÉ LA PALIZA COMPLETA CON LA REGLA!
-AYYYYY…. AYAYAYAYYYYYYY… NO MÁS PAPITO… BUAAAAA…. NO MÁS, NO MÁS… DUELEEEEE…. BUAAAAAAAAAA!!!!
- Ya no más, Jefecito… -Dijo acomodando a su hijo en su regazo para poder abrazarlo y oler sus rizos castaños.
-Te amo. Te amo tanto, mi cielo!! Shhhhhh… duerme, mi niño. Papá te cuidará! Shhhhh…. duerme!! -Le dijo besándole los ojitos.
Blair no tardó en quedarse dormido. El calor del pecho de su papá y sus palabras de arrullo, fueron consolando sus lágrimas, borrando todo rastro de culpa de su alma.


Sabía que mientras su papá estuviera a su lado, nadie podría hacerle daño… mucho menos el idiota de Víctor.
Sí! Su papá era el mejor papá del mundo… aún cuando fuera exageradamente sobreprotector y su mano doliera como el infierno!

Querida amiguita, espero que pases unas hermosas fiestas navideñas y que el próximo año traiga mucha felicidad, inspiración y luz a tu vida. Eres una persona muy encantadora… admiro tu forma de escribir y te agradezco por cada hermosa historia que me hiciste disfrutar éste año…MUCHÍSIMAS FELICIDADES, GLORIA QUERIDA!

6 comentarios:

  1. por favor, pueden volver a subirlo, es que no se puede leer hasta elfinal y me muero por saber comotermina la historia

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  2. Ariane Gracias Gracias y mil gracias cumple y supera todas mis expectativas y quiero más no sabes como extrañaba a Blair.

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  3. Yo pensé que iba a ser mas wow el final, pero si a la dueña del regalo le gustó yo no digo nada. Me gusta el sentinel y el relato muy lindo Arianne

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  4. Samantha, Taz, Gloria y Kara, muchas gracias por leer!!!! Mil disculpas si no llenó las expectativas, hace un buen ratote que no escribía de mi niño de rizos, y confieso que estuve realmente nerviosa del resultado.

    Gloria, amiguita linda, es un placer. Tú me complaces con todo lo que yo pido, así que espero que el nuevo año, no sólo te traiga más belleza, ejejej... sino mucha inspiración, miles de motivos para sonreír y muchos momentos de alegría. Que se cumplan todos tus sueños! Un beso grande!!!!

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  5. gracias por volver a subirlo. me ha gustado. me encanta sentinel y hechaba de menos sus historias. a mi me ha encantado. gracias por el esfuerzo que ha hecho. te deseo felices fiestas. un beso

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  6. Ariane te quedo lo que le sigue de genial!!
    Me encanto!! lo disfruta muuchoo ya tenía un buen que no leía de Blair!!!
    Oh pobre de mi niño ya mero me lo sacrifiican!!!!
    wiiii El centinela ya llego al blog!!!

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