lunes, 6 de enero de 2014

El castigo de Jorgito….




El castigo de Jorgito….



 Tifón
 Jorgito 
Carminha
  
-Jorgito, hijo.... no pelees conmigo, mi amor!!... Yo sólo trato de ayudar....-Decía Carminha, tratando de tomar del brazo a su hijo- ...de ser una madre ejemplar para ti! Es que no tengo derecho a preocuparme por ti?! A exigir un poquito de tu cariño?!- Se quejó teatralmente, con lágrimas en los ojos, sosteniendo en una de sus manos un juego de sábanas nuevas, de algodón egipcio, doradas como el oro, que había llevado para el nuevo departamento de Jorgito, tratando de poner la mejor cara de compungida. 
Jorgito, su hijo "adoptivo", le estaba haciendo pasar otro mal rato... uno más de los ya tantos que le había hecho padecer, especialmente en la gran fiesta que habían dado en su mansión, en celebración de otro feliz aniversario de casados
Carminha había puesto el grito en el cielo! Jorgito le había hecho quedar como una basura delante de tanta gente! Eso era una ofensa para ella que no estaba dispuesta a soportar. Por eso, al día siguiente le pidió a su esposo que fuera PADRE con el pequeño problema, atribuyéndole toda la culpa a él de que Jorgito fuese tan caprichoso y malcriado.

Por supuesto, el idiota de su marido, en vez de darle una buena cachetada y hacerlo disculpar como ella pretendía, viene y le ofrece vivir solo, en una de las zonas más costosas de Brasil. Vaya castigo! Pensaba ella, con la sangre a punto de hervirse.
Pero cuando lo pensó mejor, aquello serviría de excusa para demostrar a todos que Carmen Lucía no era ninguna resentida y así, se propuso llevar adelante el papel de madre preocupada y salió a hacer unas comprar para llevarle cosas lindas a su niño.
Cuál fue su sorpresa que al "niño" no le pareció nada bien que esa mujer se fuera a meter en sus cosas... No era secreto que Jorgito no soportaba a Carminha, hasta le tenía resentimiento, tal vez fuera que intuía que aquella malvada mujer era la misma que lo parió y que lo dejó en el tiradero, donde creció y conoció a su primer y gran amor.
-Mira, cariño, las cosas lindas que te trajo tu madre- Dijo, con una gran sonrisa, apenas entró al departamento, esperando encontrar al muchacho de buen humor. 
Pero Jorgito estaba lejos de recibirla con los brazos abiertos. Apenas abrió la puerta y la vio entrar como dueña y señora, no pudo contener sus ganas de alejarse de su madre y empezó a gritarle -Qué estás haciendo aquí?!! No te dije que no quiero verte?!... No quiero verte, ni oírte, ni saber nada tuyo!! Por qué no me dejas en paz?!! -Decía, cada vez elevando más la voz, atrayendo la atención de su padre, que había llegado más temprano con comida.- Ésta es mi casa ahora y si quisiera que vinieras, te hubiese invitado! Sal. Sal de aquí, Carminha...- Dijo de muy mala gana el galán de los ojos marrones y labios sensuales, empujando a su madre hacia afuera del apartamento-
-Hijo, me estás lastimando... Cariño, por qué eres tan malo conmigo?!... No merezco que me trates así, después de lo mucho que hago por ti! Siempre atenta a todo lo que necesitas, y tú?! Mira cómo me lo pagas!- Argumentaba, exagerando gritos y caras tristes como buena víctima.
-Pues NADIE te pidió que lo hicieras- Gritó a todo pulmón, ahora sí sacando a su padre de la cocina, quien llegó justo para ver cómo su adorado hijo sacaba del brazo a su esposa, casi a las rastras de la sala.
-Hijo. Jorgito...!- Pero nada. La voz de Carminha se perdía en la enormidad de aquel bello departamento. Su hijo ni siquiera la escuchaba y no se detuvo hasta que tuvo en frente suyo a su padre, quien lo fijó con una mirada seria. Era la primera vez que Jorgito veía esa expresión de enojo en su padre y un escalofrío le recorrió la espalda.
-Pa-papá!! -Expresó entre tartamudeos, liberando el brazo de su madre cuando los ojos de su papá se clavaron en los gestos de su hijo. Con aquella mirada, Jorgito entendió que papá le toleraría muchas cosas, pero jamás, jamás, JAMÁS faltar el respeto a una dama, menos si esa dama era su madre... aún cuando fuera Carminha.
-Hijo, suelta a tu madre de inmediato!!- Exigió Tifón, masticando cada una de las palabras. El muchacho no necesitó mayor motivación para cumplir con las órdenes de su padre.-Muy bien... ahora quiero que le ofrezcas una disculpa!!- Agregó, desatando una batalla de voluntades que Tifón supo ganar a mano limpia....
-Claro que no voy a disculparme con Carminha!! Ella por qué tenía que venir aquí?! Eh?!! No la quiero!!!- Rugió Jorgito, con desprecio.
Tifón achicó los ojos peligrosamente y, con un larguísimo suspiro, se dirigió a su esposa- Carminha, hay algo importante que tengo que discutir con nuestro niño. Me podrías hacer el favor de marcharte?!- Dijo Tifón, con una tranquilidad que en nada sentía. Por primera vez en su vida estaba a punto de hacer algo que se juró jamás hacerle a sus hijos. Pero Jorgito se había pasado de la línea al empujar así a su madre y eso no se lo permitiría. Habían límites que jamás consentiría que se crucen.
Carminha simplemente tomó su cartera y dejó la bolsa con las sábanas y salió de allí sin un mínimo de remordimiento, deseando con todo el corazón que el estúpido debilucho de carácter con quien se casó, al fin le enseñara al crío aquel a respetarla.
Tifón esperó a que Carminha se marche y luego tomó a su hijo del brazo y lo llevó hasta la habitación.
-Pá, qué haces?!!- Preguntó nervioso el chico, intentando atraer la atención de su padre, pero Tifón siguió en su marcha decidida hasta la cama del cuarto.
-Algo que debí haber hecho hace mucho tiempo.- Contestó, sin aflojar su agarre del bracito de su niño, sentándose en la cama para luego tratar de acomodar a Jorgito sobre sus piernas.
-Oh, no! Pá... eso no!!! No lo hagas, por favor... Ya soy un adulto!!!- Habló todo nervioso el jovencito, al verse atraído a las rodillas de su padre, boca abajo.
-Sí, lo haré, Jorgito. Y sabes por qué?! Porque no voy a tolerar que le faltes el respeto a tu madre...
-Carminha no es mi madre!!!- Gritó furioso el chico.
-Lo es, hijo. Lo es porque ella te ama igual que yo...
-Nooo... eso es mentira!!! Ella no nos quiere, páaaa... no lo ves?!!- Le salió una voz tan vulnerable
-Basta ya, hijo...
Tifón se sentía entre la espada y la pared. Por un lado quería levantar a su bebé de esa fea postura y olvidar que alguna vez pensó en hacer lo que estaba a punto de hacer, y por el otro, no podía seguir apañando a su hijo. Había sido demasiado brusco con ella y ni aún así se había disculpado.
 Tal vez Carminha tenía razón y había perdonado muchas de las travesuras de su angelito. Tal vez él era el culpable del comportamiento tan adusto de ese muchacho y de la mala relación que llevaba con su mujer. 
Tifón casi obligó a su mano a elevarse por sobre su hombro y luego a bajarla con fuerza contra las nalgas de su hijo.
-PLAFFFFFFFF- Calló un manotazo en el trasero aún vestido de Jorgito.
-Auuuuuughhhh... Espera, espera... nooooo
 Pero Tifón hizo caso omiso a los gritos de su mocoso y continuó descargando poderosas palmadas, cada vez más rápido y aumentando la fuerza de su brazo con cada palmada.
-Es de mi esposa de quién estás hablando... PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF... Si no quieres tratarla como a tu madre...PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF... Al menos debes respetarla... PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF  porque es mujer... PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF....Cómo se te ocurre empujarla de ese modo?!! PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF 
-Auuuuuu.... ayayayayyyyy... noooo, páaaaaaa!!! E-es que... es que Carminha es malaaaaaaaaaauuuuuu... No...no la quiero junto a miiii!!! T-te hára-aaaauhhg dañoooo!!!
-PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF PLAFFFFFFFF- No es cierto! Tu madre nos quiere... te quiere mucho! Como si fueras su propio hijo!!!- Decía Tifón, defendiendo a la santa Carminha, sin saber que aquella bruja malvada sí era la verdadera madre de Jorgito, y que lo había abandonado sin el menor remordimiento en aquél basural.
-Nooo, papito... ella... ella es mala-ahhhhh... Auuuchhh... Yaaaa... páaaa!! Detenteeeeee...
Tifón no podía entender de dónde venía tanto odio de su hijo hacia Carminha. Ella siempre había querido darle todo lo que tenía y más al niño desde que llegó a sus vidas y él jamás pudo sentir simpatía por ella. Lo peor de todo es que no mostraba ningún signo de arrepentimiento por sus acciones y eso quería decir que Jorgito no estaba aprendiendo nada. 
Con un gran pesar en el alma, Tifón estiró su mano para alcanzar el cinturón que su hijo había dejado la noche anterior, a un costado de la cama.
Con movimientos rápidos, el hombre bajó los deportivos holgados que vestía ese día su hijo, llevándolos hasta por debajo de los muslos, dejando a la vista el trasero colorado de Jorgito. Tifón apretó la hebilla en su mano para que no quedara suelta y dañara a su bebé, y, acto consecutivo, estrelló un soberano azote con aquella cosa contra las desamparadas nalgas de su hijo.
-CHASSSSSS.... - Resonó el cuero, golpeando contra la piel desnuda, anunciando una lluvia de cintarazos que no se hizo esperar. 
-CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!!
-Jorgito desconocía tanto dolor. Jamás había recibido una paliza así en su vida. Se sintió traicionado, porque su padre lo estaba golpeando por defender a esa ladrona y mentirosa y las lágrimas comenzaron a mojar su rostro. 
-Pero es tu madre... CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!!... Y sea lo que sea...CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!!... le debes respeto! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!!... No te pido que la quieras CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! sólo que le guardes el respeto y consideración por ser tu madre... CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!! CHASSSSSS!!
-Buaaaaaaaaaaaaaaa.... papáaaaaa-... papiiii... auuuchhh... por fa-aaahhh..YA NOOOO.... . auauauauauuuu!!!... Por-por favoooor... ya... ya no resisto más!!! buaaaaa...  BASTAAAAAAA!!!
Tifón se sintió miserable al escuchar cómo su hijo lloraba sin consuelo. Decidió que no seguiría con el castigo. A éste punto un temor le invadió. Había golpeado a su hijo!!! Le había pegado! Seguro el niño no se lo perdonaría jamás!
-Shhh... ya está, ya está, tesoro!.... Papá está aquí.- Le dijo, empezando a masajear suavemente su espalda. 
Con mucho cuidado, Tifón subió el calzoncillo, descartando a un lado los pantalones que estaban cerca de los tobillos.
-Shhh, Jorgito... ya pasó, mi rey!....- Si bien Jorgito era un joven alto y atlético, Tifón se las ingenió para darlo vuelta y sentarlo en su regazo, apoyando su cabeza sobre su hombro.
Jorgito lloraba tristemente, enroscando sus brazos alrededor del cuello de su papito. 
-Mmmm-me peg-gaste po-por ellaaaa... buaaaaa- Sollozaba sin control.
-Shhhhh... calma, ya! Cariño, no me estás entendiendo! Shh- Lo mecía en sus brazos.- Te castigué porque fuiste grosero con tu madre...
-Pero ella no...- Intentó defenderse, diciendo que la mujer aquella no era su madre, pero su papá lo interrumpió.
-Ya sé lo que piensas, hijo. Pero aún así, tus actos fueron errados... si no la ves como a tu madre, al menos recuerda que Carminha es una mujer y además es mi esposa. Le debes tratar mejor, hijito. No quiero que pelees con ella!- Le retaba y consolaba al mismo tiempo, secándole las lágrimas con sus pulgares. 
-Al menos hazlo por mí, si, cariño?!!- Jorgito se abrazó fuerte a su padre. Lo adoraba tanto. Sólo por él había resistido las ganas de huir de aquella mansión a la que lo habían llevado.
-Sólo por ti, papito!! Sólo por ti, lo intentaré...
-Te amo tanto, hijo mío!! Mi niño!- Murmuró feliz de sentir el abrazo de su hijo. 
Tifón se prometió ese día ser más paciente con su muchacho  y estar más atento a las acciones de su mujer y Jorgito, ser más tolerante con la malvada esa... al menos así, no le daría motivos a su padre de usar de nuevo esa cosa contra sus pobres nalgas ni a Carminha para que se alegrara de su desgracia.



Fin……

4 comentarios:

  1. jejejej vi como 10 cap para llegar a ese... y que puedo decir a ti te quedo mucho mejor... quiero MÁSSSSSSS si Jorguito sigue portándose mal

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  2. Arianne que guapo ese jorgito. La verdad a mi no me gustan las novelas brasileras pero a ti te ha quedado precioso. Me quedo con tu versión definitivamente

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  3. No la vi, pero el chico se las gano a toda letra digo palma digo cinturon jejeje

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  4. Carminha no era mala madre, por que si lo fuera no hubiera llevado a Jorgito a la mansión y darle una vida de príncipe

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