martes, 14 de enero de 2014

MAX: Me dijiste que ni lo vería… Capítulo 39



MAX: Me dijiste que ni lo vería…  
Capítulo 39
Llego el odiado lunes, donde Edward debería comenzar a trabajar tras sus días de vacaciones, lo único que lo animaba era Max, quien también comenzaba. Sin embargo le preocupaba, que su padre hiciera algún comentario a su hermano, como: “Sabía que algún día estarías trabajando en la empresa” o “viste tanto renegar del mercadeo y lo único que te ha dado dinero es esta carrera… estudiar turismo fue una perdida de tiempo” etc, etc, etc.
Edward: Max, …como es…que te animaste a hablar con papá, y aceptaste lo de estar un año con nosotros. Me sorprendió… no, que “no se hablan”…
Max: Papá, siempre … me llama, soy yo él que lo evita… los días previos a la boda, me dijo nuevamente que lamentaba no haberme entendido y apoyado… Que, no podía volver el tiempo atrás, que me debía una… pero que yo también, que nos habíamos negado años de relación padre e hijo. Ver a Rey, tan desinteresado por ayudar a su amigo… pensé que debía devolverle a la vida parte de lo recibido, …llame a papá, le dije que apoyará el sueño de alguien, como si fuera yo, y a cambio yo estaría cerca un año. Solo, que el pidió un año de contrato, creo que garantizando así mi cercanía, a parte…de… de
Edward: De ¿qué?
Max: Ir a la casa, una noche y calarme el regaño… por haberme fugado hace 5 años… ¿puedes creerlo?
Edward: Uuuy…hermano…eso quiero verlo jajaja, ya veo que harás las paces con el viejo.
Max: Pues gustoso cambiamos de lugar. Acepte, dejando claro, que nada de correazos ni reglazos jajaja.
Edward: Ahhh….entonces no acepto el cambio,.. jajaja, ¡oye!, cuando vayas a la oficina de papá, fíjate en el cuadro que tiene, a su derecha. Le dijo sonriendo.
Max: ¡QUEEE! dijiste que trabajaría contigo, que no iba a trabajar con él, que ni lo iba a ver…
Edward: Es, así pero debemos hacer el recorrido de rigor presentándote a todos y eso incluye al Presidente de la Empresa, mi querido hermanito.
Max: ¡Genial! Grrrr, y el primer día.
Edward, después de presentarle a Max, al personal que iba a estar  su cargo en una reunión general, se encargo de hacerle el recorrido por la empresa, Max, tenia como 8 años que no pisaba un pie en la compañía, la misma había crecido vertiginosamente a favor de los Hoffman.  Luego de anunciarse con su secretaria como alguien más, llegaron a la oficina de Samuel Hoffman, grande, espectacular, intimidante. Max, respiro profundo colocándose mentalmente a la defensiva, se habían visto en la boda, un abrazo de saludo delante de la familia, tenían cosas que sanar entre ambos, pero Max, no había dado mucho margen para la reconciliación total.
Edward: Jefe, le presento formalmente a el nuevo Director de Mercadeo y Publicidad, él cual estará con nosotros a partir de  hoy, y aspiro que este con nosotros por muchos años. Le dijo sonriendo viendo a su hermanito con orgullo indescriptible, pensó que ese día nunca llegaría.
Samuel: Pues ¡bienvenido!, quiero que sepas que además de ser una empresa exitosa, somos “una gran familia”, te ha tocado trabajar directamente con Edward, cuyas exigencias no son fáciles de cumplir, pero que no dudo tengas la capacidad de hacerlo.
Max: ¡Gracias! A penas logro decir sorprendido por las palabras.
Samuel: Siéntate, me gustaría que conversáramos un rato sobre a donde quiero llevar mi empresa los próximos años.
Edward: Pues los dejo para que conversen, Max te espero en mi oficina, cuando termines acá.
Max, le tiro una mirada de QUE ME VAS A DEJAR ACA SOLO CON EL VIEJO….TE MATO….LUEGO TE MATO.
Sin embargo, Samuel converso solamente de trabajo, como si efectivamente estuviese hablando con un profesional que no conociese. Max, se vio envuelto en una conversación interesante sobre, hacia donde querían llevar a la empresa. No puedo evitar seguir la corriente de la conversación, lo cual hizo que Samuel, se sintiera muy orgulloso de su hijo. Cuando finalmente se despidieron… Max, recordó a Edward “fíjate en el cuadro que tiene, a su derecha”.
Allí estaba un cuadro ancho que tenia enmarcado una foto de el cuando niño con su padre, una inscripción y su titulo al lado, no puedo evitar leer, y las palabras le bajaron la guardia al subsuelo.

Max, disimulo su sentir, haciendo como si no hubiera visto nada, pero una vez en la puerta, aun con el pomo de la misma en la mano, para salir de la oficina.
Max: ¡Papá! Dijo casi en un murmullo.
Samuel: Dime hijo. Atendió su padre, con el mismo tono, encaminándose a su hijo.
Max: Esas… palabras … son 100% ciertas… Dijo con un nudo en la garganta, sin evitar tragar grueso.
Samuel: “CADA PALABRA MAX…” “Que eres mi gran orgullo, que te amo… pero sobre todo que te extraño muchísimo” Le dijo mientras lo halo por un brazo, para abrazarlo. Se abrazaron, como tenían años, un poco más de 5 años 10 meses, para ser exactos, dejando caer un muro invisible puesto entre ambos.
Max: Papá…yo .. lo ..
Samuel: Acá, no Jovencito. Hablaremos en casa, esta noche te espero a las 8:00 PM para tener esa conversación pendiente entre tú y yo.
Max: ¡Oh! vamos papá ¿hoy?. Luego de decirlo se dio cuenta de lo infantil que sonó.
Samuel: Y para cuando lo vamos a dejar, sino es porque tu jefe, te esta esperando, ahorita mismo te llevaba a la casa agarrado por una oreja.
Max, se sonrío, se sintió tan aliviado, por ese abrazo y por esas palabras del cuadro repetidas por su padre, y al mismo tiempo  se sintió como un carajito que le iban a regañar al llegar a casa. 28 años, y el mismo sentimiento de…. “rayos, estoy en problemas”.
Max: Si, señor… a las 8:00 PM nos vemos. Y Suspiro, al terminar de decir esas palabras.
Samuel: Tu madre, se pondrá feliz, le avisare que vas, seguro,  te prepara tu comida favorita. Le dijo, tocándole la cara con cariño, y no pudo contenerse y darle un beso.
Max, salio de la oficina de su padre, feliz…y al mismo tiempo aterrado, a encontrarse con su hermano… ahora … el trabajo llama me preocupo luego…pensó,
Edward: ¿Listo para tu primer proyecto?
Max: Si, más que listo, por favor recuérdame en el almuerzo, decirle a mi hermano que lo odio, le dijo sonriendo.  Max ya estaba instalado y empapándose de todo, y conociendo el personal a su cargo. Edward aprovecho la tarde con Rose, para ponerse al corriente de lo acontecido en estas 2 semanas fuera, una larga lista de mensajes y citas. Casi, terminando vio una cita que no le gusto para nada, apuntada en su agenda. Miércoles 15 Hora: 4:00pm, Cita en el concesionario General Motors/Carro Kyle.
Edward: ¡Rose! Pero ¿quién pauto esta cita?
Rose: Su esposa, me pido que se lo recordara, por eso la agende.
Edward: Grrrrr… ¿Recordar? Me comunicas con Abby, está en la casa, ¡por favor!.
Abby: Hola amor… ¿extrañándome? ¿Que tal tu primer día y Max?
Edward: Hola … Pues, digamos que sí… te acabo de nombrar.. Muy bien, mejor de lo que esperaba… hasta hace 5 minutos, Abby, cuando se supone que volvimos a tocar el tema de Kyle y el carro…creo haber dicho, que “NO”. Y estoy, viendo que tengo agendado cita en el concesionario… ¿Hummm...?.
Abby: ¡Upss! No te lo había dicho…que raro pensé, que sí.. con tantas cosas en la cabeza, amor…. Te dejo voy a salir con los enanos. En el fondo se escuchaban efectivamente las voces de los niños: …MAMIIIIII…listooo.. ¡Vamos!
Edward: ¿ABBY?
Abby: ¡Te amo!…hablaremos en casa, amor. BYEEE.  Y le tranco..
Edward: ¡PEEEROO! Alooo…Alo…Grrrr.
Rose: Jefe, no tome a mal lo que le voy a decir…pero en la oficina usted manda… pero en su casa, primero su esposa, luego sus hijos, después las novi@s de sus hijos y por ultimo…usted. Le dijo con una carcajada a punto de salir.
Edward: Si… Rose, me estoy dando cuenta. Pero lo del carro “NOOO”, me aterra Kyle es un crío.
Rose: Sí un crío, que en pocos días cumplirá 18 años, una edad más que legal para conducir. Y Edward, se limito a suspirar.
EN LA NOCHE
En casa del Abuelo Hoffman, Max, arribo a casa unos minutos antes de la cita, y es que si había algo que cabreaba a Samuel, era la impuntualidad, y Max evitaría eso al máximo. El saludo fue muy sentido, sus padres lo abrazaron con cariño, dando gracias de haber logrado la conciliación que tanto tiempo habían estado esperando, después de una excelente cena, y una larga conversación de muchas cosas que Max, había hecho en estos 5 años y que ellos desconocían.
Sara: Muy bien Max, al estudio a rendirle cuentas a tu padre. Y después derechito a tu habitación que a mí también me rendirás cuentas.
Max: ¡QUEE! Mamá por favor… ¡que dices!.
Samuel: Lo que oíste, usted y yo tendremos esa conversacioncita pendiente, ¡Vamos Maxwell al estudio!
Max, no lo podía creer, torció los ojos y hasta arrastro los pies,  como cuando peque, y su madre no puedo evitar sonreírse.
Max: Papá dime que estas bromeando… joder, papá que tengo 28 años.
Samuel: Podrás tener la edad que quieras, pero acá tu papá soy. Y si mereces un regaño o algo más, ten por seguro que lo obtendrás de mí. Además, te dije perfectamente que pasaría si aceptabas el acuerdo.  Siéntate, quiero que leas esto, sacando una hoja de su bolsillo.
Max: Papá aun tienes esta nota guardada….  ¡Dioos! No que nos íbamos a perdonar todo.
Samuel: Si, hijo eso deseo, que me perdones por no haberte entendió, mejor dicho por no haber querido entenderte, por no celebrar el que te habías ganado una beca para estudiar Turismo, por no valorar el que estuvieses estudiando dos carreras a la vez, por no correr a buscarte, pero por sobre todo por dejar pasar tanto tiempo, sin reconciliarnos, por permitir que me odiaras estos años.
Max: Papá que dices… no te negare que estaba molesto, por no apoyarme, por darme la paliza más injusta de mi vida, admito que fui grosero … pero nunca Papá te odie, y ese era el problema, que te amo y necesitaba de ti, pero nuestro orgullo se interpuso, sobre todo el mío…
Samuel: Si, tal vez en eso nos parecernos mucho, aunque odies la idea. Le dijo sonriendo. ¿Me perdonas?
Max: Claro, papá y tu por las cosas que te dije y escribí… lo siento, muchas veces desee no haberte dicho ni escrito estas palabras.
Samuel: Cuales quitándole la nota y rompiéndola en mil pedacitos, ¿ Meterme el titulo donde yo quisiera, la empresa, tu herencia..? O que no me querías, y que no te perdonarías llegar a ser como Yo.
Max: Upss, pues todo, a parte de lo que pensé y no te dije.
Samuel: JAJAJA…de mi parte hijo, todo perdonado. Ven acá, mi pequeño.. y lo abrazo fervientemente.
Max: Igual papá…igual.
Samuel: Max, contéstame algo con sinceridad hijo. ¿Por qué no ejerciste nunca la carrera de turismo? Se que te graduaste también con honores, bajo un gran esfuerzo por todo lo que implico dejar la casa y a las comodidades a las cuales estabas tan acostumbrado.
Max: Ahhh… honestamente, … no estudie turismo para trabajar en un agencia de viaje, que fue lo que siempre conseguí con los brazos abiertos… estudie pensando en crear una empresa o un consorcio recreativo de grandes dimensiones, dedicado a la familia. Pero mi inexperiencia en su momento, no me ayudo a convencer a empresarios a invertir, cuando forme mi dinero, y que podía comenzar, me dio miedo arriesgarme, y perder lo obtenido con mi propio esfuerzo, y que tu me dijeras… “te lo dije”. En mercadeo resulte ser bueno, sin embargo tampoco me estabilice en ningún sitio fijo, creo que el turismo siguió en mi subconsciente… y viajo mucho explorando… lo contado en la cena.
Samuel: Hijo, no sabes lo que sufrimos tu madre y yo, cuando leímos la nota, sobre todo tu madre… porque yo al menos tenia la culpa, los primeros meses eran de angustia no saber si estabas bien, hasta que tus hermanos por arrepentimiento supongo comenzaron a indicarnos, que por lo menos no habías perdido contacto con ellos, luego supe que contactaste a tu mamá, por insistencia de Mario, y por lo menos así estuve tranquilo, sabia indirectamente por ellos, que estabas bien, y seguí tu vida. Me demostraste de lo que eras capaz, te independizaste… seguiste un sueño. Y me enorgullecí de ti, porque mi pequeño resulto ser, el más osado y más independiente que cualquiera de mis hijos. Pero nunca entendí porque no habías ejercido la carrera.  Pensé que había otros motivos y ahora me dices …que…. ¿fue por miedo Max?
Max: Si… creo que a la larga siii… la verdad no estoy muy seguro, pero eso ya no importa.
Samuel: Mala respuesta pequeño… mala respuesta. Te quiero inclinado en el escritorio sin pantalones.
Max: ¡Que! ¿Qué dices viejo?
Samuel: Lo que escuchaste, te daré unas nalgadas por no arriesgarte en la vida, porque después de tanto nadar moriste en la orilla, y te salvas que solo serán con la mano, ya que acordamos nada de correa ni regla. Pero prepárate porque tu madre, creo que usara su cepillo, para conversar contigo.
Max: ¡QUEEE! No ni de juego. Pero Samuel, solo se le quedo viendo con una calma preocupante.
Pensamiento de Max
Pensamiento de Samuel
¡RAYOS multiplicado por 1000!, la vaina no es juego… que me van a dar los dos… de paso.. los dos. Más vale que Alex, se gradúe…. Porque si osa dejar la carrera me meten preso por abuso infantil… porque sin permiso del padre, le doy, la que me van a dar…. Uffff… mejor no dar más larga y salir de esta vergüenza. Y suspiro….

Daria lo que fuera por saber los pensamientos de mi hijo en este momento. Aun, hay tiempo, de retractarme, mi hijo es un hombre echo y derecho….. Pero, después de tanto sufrir, que me diga que por miedo, no lo intento.. No un Hoffman… ¡No!. Me pregunto, será capaz de obedecerme o me mandará para el carajo.

De repente ante todo pronostico, vio a su hijo hacerle caso, definitivamente Max, esta dispuesto a recuperar el tiempo perdido, y tratando de no dar más largas, se encamino al escritorio, y con toda la pena del mundo se bajo los pantalones, y se inclino
ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS
Samuel: Estas por preocuparnos como lo hiciste.  
Max: Si, señor…Mierda había olvidado la mano tan pesada que tiene el viejo, pensó.
ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS, ZAS
Samuel: Nunca, permitas que nadie te convenza de que no puedes, ni yo ni nadie, los límites te los pones tú.
Max: Si, señor…Joder, ahora me castiga porque no ejercí…ouch, pensó.
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Samuel: A ver como convences a tu jefe, para invertir en el consorcio turístico… porque el presidente seguro quiere ver hasta el ultimo detalle.
Max: ¡Quuué dices…papá! Ni siquiera es nuestro ramo….. ay.
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Samuel: No me discutas… ¡Maxwell! Ya sabes, lo que quiero…
Max: Esta bien….esta bien uhmm…. papá sin con eso  ufff  paras.
ZAS, ZAS, ZAS….ouch…paaa.
Samuel: Pantalones arriba, ¡vamos…! y quiero mi abrazo de rigor sin protesto… ¿quedo claro?
Max: ¡Si, papa!…dijo rojo de vergüenza.
Samuel: Te amo mi pequeño, no sabes cuanto…
Max: Puede sentirlo ¡NO TE PREOCUPES…!. Le dijo mientras estaban abrazados.
Samuel: Ahora, a tu habitación, que tu madre seguro te está esperando.
Max: Ahh.. papá ¿ en serio me castigará con el cepillo? Nunca lo hizo…
Samuel: Eso… es directamente con tu madre, yo no pensaba castigarte, pero ante esa respuesta no me dejaste de otra. Así, que cuidadito con que le dices, yo tu le dijo lo que ella desea escuchar. Le dijo picándole el ojo.
Max, subió y recibió su merecido…. Que lo leerán en el corto de fin de mes…  :P
Max bajo a la sala unos 10 minutos después que su madre, sobándose el trasero, literalmente.
Max: Papá, Mamá júrenme que no le dirán a mis hermanos y mucho menos a mis sobrinos, de esto. Dijo con una extrema vergüenza.
Samuel: Jajaja, en eso igualito a tu hermano.
Sara: ¡Prometido mi “Terri”!
Max: ¡Ma!… no me digas así… Ufff ¡que recuerdos!. Papá ¿Como que soy igualito? A poco, has castigado a algunos de mis hermanos con la edad que tienen. Dijo curioso y hasta divertido por la idea.
Samuel: Te lo dije, si se lo merecen se las doy.
Max: Dime…papá a quien… ¡Please!
Samuel: No, te diré Max. Tu quieres que guarde tu secreto yo guardare el de tus hermanos.
Max: ¿Hermanos? Jajaja a mas de uno… ¡JODER! Ya se me quito la pena Jajaja. Dime…viejo, anda…
Samuel: ¡Respeta!…y no.
Así que uso, algo que tenia años que no decía, pero que siempre le sirvió para conseguir lo que quería…
Max: ¡ANDA PAPI! Dime, te prometo no decirle a nadie. Le dijo haciendo ojitos, con vocecita y todo.
Aquellas palabras estremecieron a Samuel, que de años que no escuchaba un “Anda Papi” Y estuvo a punto de ceder…
Max: Jajajaja… tu cara es de un momento Kodak, papá … ¡lo siento!. Le dijo el muy sinvergüenza tras tratar de engañar a su padre, con burlita.
Samuel: ¡MIRA CARADURA!,…CORRE que si te atrapo te pongo en mi regazo.
Max: Jajaja ni de joda… Chao Papá, le estampo un beso y lo mismo a su madre. ¡LOS AMO! Grito saliendo de la casa corriendo, montándose en su camioneta y tocando corneta, como hizo siempre cuando salía de paseo.
Sara: Ahhh como extrañaba a mi “Terri”.

Samuel: Si, el “Terri…ble”… ¡Ese!. Dijo sonriente, feliz con una paz, que no le cabía en el pecho.

7 comentarios:

  1. ooooooo definitivo rey heredo al tío jajajajaj

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  2. Siempre me hacer reír con esta historia, pero además, hoy me pusiste a pensar (cosa que no hago muy seguido) en la frase del cuadro. Muy buena reflexión...de verdad.

    Me encantó mucho y ahora estoy en un aprieto sobre quien adoro más ¿Max o Rey?...Uhmm, Me quedo con los dos!!..problema resuelto!!

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  3. Jaja yo tambien quiero saber a quien mas le dieron una tunda : )
    Mary

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  4. Mm definitivamente Max y Rey son muy parecidos por eso soy su admiradora, me encanto el capitulo y la reconciliación :3
    Att.Miranda

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  5. Si, efectivamente Rey se parece muchisimo a su tio...jjajajja esperemos no sean celosos, porque estan saliendo varias admiradoras comunes. Cassy, me alegro que te haga reir con mi familia... y Mary, a lo mejor mas adelante... se descubre a quien se la dieron. UPSS

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  6. Que genial ya decidí MAX ES MI FAVORITO espero mas historias de él... de su juventud jejeej quiero queiro quiero

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    Respuestas
    1. !UPSSS! Quieres que echemos para atrás la película... jajajaj

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