martes, 31 de diciembre de 2013

Gael Montero



Gael Montero
Todos los niños jugaban y se divertían en el parque de diversiones menos el pequeño de los Montero.
Había una infinidad de juegos pero solo a Gael Montero un chiquillo de ocho años se le ocurre pelear por el lugar de un juego.
El juego era por turnos pero al parecer Gael tenía mucha prisa de que su papito no lo descubriera ya que tenia advertidas unas nalgadas por si se llegaba a ocurrírsele pasar por ahí, ya que algunos años atrás el papa había presenciado un accidente de otro niño, no, no de cualquier niño, sino su hijo mayor Alfredo Montero, a quien tampoco habían dejado subir ahí, por suerte no le había pasado nada pero quien le quitaba al papa el susto que se llevo.
Gael había querido quitar a un niño más grande que él, no se sabe si de edad también o nada mas de estatura y tamaño, pero a pesar de eso Gael quería subirse así que lo empujo, aquel niño no se dejo y terminaron en una pelea con puños y patadas.
Octavio Montero vio a su hijo arriba de otro niño y corrió a separarlos. no tardo mucho, porque Gael nada más ver a su papa y se levanto rapidísimo. Octavio checo que no tuviera ninguna herida grave y no, así que le dijo a su hijo que lo siguiera.
Caminaron papa e hijo al baño, Gael con la cabeza gacha, cuando entraron:
-         Que paso ahí afuera?
-         Yo solo quería subirme- Gael bajo mas la mirada y casi ni se le escucho lo que decía.
-         Y por eso empujas a los demás y por eso peleas?
-         Yo quería…
-         Eso no se hace, hay formas de tratar con la demás gente, aparte de eso yo te prohibí que fueras ahí!
-         Es que tu eres injusto no me va a pasar lo mismo que a Fredo! Y casi ni le paso nada, solo le salió un moretón en la rodilla!
-         Y un dolor al sentarse por desobedecerme!
Gael abrió mucho los ojos recordando la advertencia de su papa y le iría peor por la pelea!
-         No Papi No!- Gael suplicaba con unos enormes ojos.
-         Si!
Octavio metió a su hijo en el baño para tener más privacidad, era un parque algún niño antojado podría entrar, cerró la puerta y fácil podría torturar al niño ahí que con tanto grito de afuera no se escucharía nada de nada. Le bajo los pantalones y le puso sobre sus rodillas y comenzó lo prometido.
A los ojos de Gael su papa le dio como mil nalgadas, pero lo que en realidad le dio fueron solo veinticinco palmadas y Octavio ya no pudo mas con el llanto de su bebe, el más pequeño de la familia. Cuando volvieron al parque, Gael o se separaba de su papa y cada vez que pasaba por aquel juego que había tenido la culpa de todo cerraba un poco los ojos como diciéndole. “Vas a ver a la salida”.


4 comentarios:

  1. ¡Si es que la culpa es del juego!

    ResponderBorrar
  2. Gruuuuuu si la culpa es de papá por ser un exagerado... pero ese juego se las va buajajajaja

    ResponderBorrar
  3. MERYCITA..... permiteme el atrevimiento de usar el diminutivo en tu nombre, es un cariño.....

    tu has sido el cohete de colores en el firmamento de mi alegria, jajajaj si, tus niños, las escenas, los conflictos, las situaciones planteadas, las edades, los errores, los amores, los perdones los llantos y las risas han diso a pedir de boca, adore a tus nuevo hijos
    OH MENTE PROLIJA, sigue, sigue sigue, no se cual pedirte que la continues, de verdad, me han gustado todas......... sin excepcion alguna
    MIS FELICITACIONES NIÑA LINDA SIGUE ADELANTE JAJAJA ( YA SE SUENO A PROFE, PERO NOOOOOO, NO LO SOY, SOY UNA HUMILDE LECTORA Y ESCRITORA AFICIONADA QUE SE CUANDO UNA PERSONA TIENE MADERA PARA ENGANCHAR)
    FELIZ AÑO NUEVO Y FELIZ REYES

    ResponderBorrar
  4. Oh Mery! Que bellos tus cortos muy tiernos y picarescos a la vez me han encantado.

    ResponderBorrar