martes, 24 de diciembre de 2013

Luna este es mi regalo

Segura que era el final… Tomas encontrando el camino…



Lunita me tome la libertad de tomar a más de uno de tus niños espero disfrutes del regalo.

Tommy no podía creer que nuevamente estaba en problemas, no había pasado ni una semana de que habían acabado las palizas de recordatorio que le dio mamá, por haberse ido solo al matrimonio del tío Franco...
En jovencito cerró los ojos al recordar cuando llego a casa y su papá le dio su primera zurra con el cinturón, en ese momento se sorprendió de lo poco que lloraba Ian cuando su papá lo castigaba con el cinto... y él se había prometido no volver a sentirlo en su colita el problema sería como cumplir esa promesa, pues simple, ahora que estaba en tantos problemas había botado todos y cada uno de los cinturones de la casa... si él era un chico muy inteligente, y como lograr que no descubrieran que había sido él, pues más simple aun, dejo rastros de brillitos por toda la casa para que sus papás creyeran que había sido una travesura de Carlihue como cariñosamente le decía a su hermana... pero como ahora estaba enojado con ella solo era Carla... si señor Carla la bebita que no se puede quedar sola porque le da susto...
Él tenia todo planeado para ir de paseo con una de sus muchas noviecitas, si, el gato en botas era todo un galán, muy distinto a los pingüinos de su familia, él era un chico muy guapo y decía que debía aprovecharlo, esa era otra diferencia con Ian, con Mika en sus vidas, Tommy si había podido ser un típico adolescente no como su hermano mayor que pasaba sus ratos libres cuidándolo, él no tenia obligación alguna aparte de la de ser un estudiante de excelencia, pero no hay que desviarse del tema que si no, no terminaremos nunca de contar que llevó al capitán del perla negra a botar tan importante implemento de vestir.
Cuando Tomas el galán están ya en la puerta de la casa listo para salir, su padre lo freno en seco, pues lo acababa de llamar que debía ir a la oficina por un súper mega proyecto y Mika estaba en han reunión en el colegio por lo que tendría que suspender su cita para cuidar de su hermanita.
“Tommy tesoro lo siento pero debes quedarte y cuidar de la princesa”
“NO, es tu hija llévatela contigo”
“Tomas, es tu hermana”
“Mi hermana no mi hija”
“No tengo tiempo para esto te quedas y ya está”
“Que se quede sola”
“Tomas estoy a esto de darte una paliza” digo mostrándole los dedos separada por menos de un centímetro.
“No es justo, tú siempre la prefieres a ella, yo también tengo planes no tengo porque cuidarla”
“Te habría gustado que Ian te dejara solo” Le dijo Tadeo molesto por la actitud que su hijo tenía por su hermana.
“PUES DEJARLA CON IAN, QUE PARA ESO LO TENIAS NO” le grito rojo de furia “PORQUE POR LO VISTO ES LO MEJOR QUE HACES ES TENER HIJOS PARA QUE CUIDEN A TUS OTROS HIJOS”
¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! cayeron unas fuertes nalgadas.
“Auchhhhh”
“No me sales Tomas y cuando vuelva tendremos una charla en la que mi cinturón habla y tu trasero responde” le dio enfado frustrado y queriendo tratar con ese trasero contestón pero realmente no tenía tiempo así que opto por darle un beso en la frente he irse.
Pero eso no era justo para Tomas, siempre se tenía que perder los planes por la nena, nena que al parecer era perfecta, él a la edad de la nena se había llegado sendas palizas, tres o cuatro nalgadas, y ella ni un mísero coscorrón y ahora a parte de no dejarlo salir con su novia, le iban a pegar con el cinto y por cual que quien... de la nena de papá, no era justo, en vez de quedarse lamentando su suerte opto por hacer lo que debía hacer, abrigo a la princesita, claro está, no quería que se enfermara, su pompóncito de algodón de azúcar, llamo a un remis, y la fue a dejar con Ian, no era eso lo que su papá siempre hacia, dejarlos con Ian, de cuando, su nombre dejo de ser Tomas y se transformó en Ian Segundo.
Se bajo del remis, bajo a la princesita le dio un besito en la frente, y le pidió al remisero que los esperara para el pago de la tarifa, y claro que espero después de la triste historia del par de huerfanitos desamparados que le contó Tommy para que los llevara donde el único pariente vivo que les quedaba para que los acogiera aunque sea solo para la cena de navidad y sí, nadie se lo hubiese creído, pero la cara de gato con botas con que se lo dijo y los ojitos de cervatillo con que asentía la nena, no dejaba espacio a duda que actuación seria la carrera de ambos, y el remisero se lo creyó todo, bueno mis dudas saltan en que se lo creyó o quiso creer al escuchar al dirección donde iban los niños, porque con lo que saldría la carrera tendría hasta para salvar el año nuevo.
Tommy tocó la puerta de Ian, quien abrió en pijama pues estos días estaba en cama esperando mejorarse de una feroz amigdalitis que lo mantenía lejos del trabajo.
“Enanos que hacen aquí” pregunto desorientado.
“El papi dijo que CUIDES de la princesita y que el des muchos helados” eso lo agregó para que su hermanita no lo delatara “aaaah y que pagaras el remis, que él no tenía efectivo, tu sabes el pobre está haciendo horas extras al poder pagar la tercera hipoteca” Ian lo miro sorprendido no sabía que sus padres hubieran problemas económicos, rayos que él supiera la casa no tenía ni una primera hipoteca, pero no dudaría de su hermanito, así que nota mental llamar a su papá para ofrecerle su ayuda, Ian pago el remis que le salió un ojo de la cara y la mitad del otro, tanto así que se planteó mudarse más cerca de sus familias porque la casa de Franco también les quedaba bien lejos, pero era cerca de sus trabajos.
Ian entro a los chicos y se puso una mascarilla para no contagiarlos, ya es acostumbrado, porque July lo tenia amenazado si la contagiaba, ella misma lo picharía de ahí en adelante, y él no pasaría por eso, ya que su última experiencia con las agujas fue su inolvidable encuentro cercano con el mordisco del dichoso perro quiltro que semanas después de terminado su odiado tratamiento mordió a otro vecino y cuando atraparon al susodicho perrito descubrieron que de rabia nada solo era furia contra los peatones y lo habían pinchado en vano.
Tommy dudo hasta de irse a su cita, entrándole deseos de quedarse con sus hermanos… bueno con Ian, pero al verlo jugar con la usurpadora de cariño y atención se fue sin siquiera despedirse.
Si Ian la prefería que se quedara con ella. Fue el pensamiento que libero sus culpas.
Su cita estaba fantástica, toda de adultos se decía el chico, fueron al cine, comieron helados si hasta se dieron un par de besitos y no el mejilla, sin en la boca, pero toda esta felicidad, se vio empañada por la llamada furiosa de su padre, fue a dejara la Margarita si la chica tenía el nombre de su flor favorita y voló a casa para eliminar todos los cintos de papá... y que había pasado para que su plan perfecto fallara estrepitosamente.
Ian jugando con la nena, en el patio, en la piscina, viendo películas de Barbie, sin cambiarse la ropa mojada, si se preocupo de bañar y vestir a su princesita y en eso, su ropa según él se había secado y no era necesario cambiársela, al poco rato se quedo dormido viendo la tele y Carlita no pudo despertarlo, le toco la frente y estaba ardiendo, como se asusto saco el teléfono de su hermanito y llamo quien lo soluciona todo, ella sabía que Incitó, tenía programados los teléfonos de emergencia, papá, mamá, Tommy, July, tío Franco, Lea y Nahuy, con su voz por que cuando era chiquita no sabía marcar, así que apretó el botoncito y dijo papito, y se marco enseguida.
“Ian hijo te llamo luego estoy en una reunión” dijo Tadeo dispuesto a cortar, pero escucho el sollozo de su princesita.
“Papi no cortes, estoy solita no puedo despertar a Iancito y está muy caliente” lloraba asustada y más asustada que su papi le cortara.
“¿Donde estas?”
“En casa de la prima July” para ella no era la casa de Ian, porque la casa de Ian era con ellos él solo estaba de préstamo donde July.
Tadeo se asusto sobre manera, llamó a emergencia pidiendo a una ambulancia y les explico que su hijo estaba inconsciente y su hija mejor posiblemente no abriera la puerta por lo que si era necesario echaran la puerta abajo, pero no fue necesario, porque el literalmente voló y les ganó a los de la ambulancia, tomo a su hijo que estaba lacio en el sofá sin reacción alguna, el cuerpo de su hijo ardía a un punto más allá de lo aconsejable, llevo a Ian y se metió junto a su niño a la ducha, abrió el agua helada hasta que este reacciono y trató de salir de ahí.
“papi hace frío, papi me duele, no me hagas esto, papi me haces daño” Tadeo había olvidado cómo se sentía oír la palabra papi de la boca de su hijo, pero verlo tan frágil y sufrido así que no pudo disfrutar de esa maravillosa palabra y sabia que su hijo no se lo diría estando consiente.
Tadeo endurecía el corazón para no complacer a su hijo era vital bajar la temperatura, cuando lo consiguió, apago el agua y lo arropó con una toalla, cuando lo ayudaba a cambiarse el piyama, llegaron los paramédicos, lo revisaron y lo condenaron, rompiendo su racha de invictos.
Y Tadeo no estaba para bromas, no después del susto de ver a su tesoro inerte en el sofá siendo zamarreado por su princesita sin tener respuestas, en lo que Ian intentaba escapar papá con los reflejos de años de entrenamiento y una destreza innata dejo a sobre sus rodillas, le bajo el piyama y mientras el paramédico preparaba la inyección Ian gritaba como un loco.
“NO PAPÁ DEJAME SOY UN ADULTO, PAPI NO QUIERO, NO SUELTAME”
¡ZAS!
“Ian, estas a nada de que te de una zurra por irresponsable” ZAS “mira que venir a enférmate así, solo por no querer ponerte un pinchazo”
“No papa no me pegues” lloraba muerto de vergüenza de que el paramédico estuviera presenciado todo eso, pero peor sería dejarse pinchar, así que decidió seguir luchando.
ZAAAAAASSSSS
“Auchhhhhhh” grito Ian, y el palmazo fue tan fuerte que solo sintió el pinchazo cuando le introdujeron lenta y dolorosamente el liquido de la tortura, el escándalo fue descomunal, gritos, amenazas, nalgadas, pataletas estaban a presentes, Tadeo creía que su hijo de 27 años había vuelto a tener 7, y una parte de él estaba feliz por eso, extrañaba a su hijo más de lo que lo demostraba, pero ahora podría demostrarlo, pues en cuanto a cabo la tortura acomodo a su hijo en sus brazos y lo consoló, besos su frente sudorosa como cuando era un nene, luego llamo a July para enterarse que estaba de viaje por unos proyectos y que no sabía nada del resfrío de su novio, y eso que hablaban todo el día todos los días, así que entre los dos decidieron que Ian volvía casa mientras ella no estuvieran, todo eso ante te atónita mira de su hijo, pero que no dijo nada porque vio el cinto de papá.
Carlita era la más feliz porque ella tenía razón su Iancito solo estaba prestado donde July y su casa era la de ella, Tadeo se cambio ropa, se puso un chándal de Ian, le trato de poner uno a él pero Ian no estaba para eso, estaba furioso lo habían pinchado, amenazado que si le volvía a subir así la fiebre lo pincharían de nuevo y se lo llevan de vuelta a casa, así que no, no aceptaría la ayuda de papá, y no lo hizo... lo que sí hizo fue una mueca al escuchar la conversación de su padre y de su hermano... así que retraso las cosas lo más que pudo, hizo la maleta lo mas grande y lento que pudo.
“Ian tienes ropa en casa”
“Quiero esta, la otra es de invierno”
“Ian estarás es pijama que tanto buscas”
“Quiero mi ropa”
Y colmo la paciencia de Tadeo, quien recordó al último segundo que no podía zurrar a su hijo, era un adulto y vivía sólo... y si la verdad no era realmente un impedimento, pero estaba enfermo, así que hizo lo que haría con su princesita, te tomo la mano y le dio una suave palmadita en la manita,
“deja eso estás enfermo quiero llegar a casa y meterte a la cama”
Ian se ofendió un poco por ser tratado así, pero teniendo en cuenta que estuvo a punto de ser zurrado y las tres nalgadas regaladas hace unos minutos le decían que lo mejor no era tentar a su padre, así que obedeció.
Al llegar a casa se encontraron con un Tommy muy muy arrepentido mirando a la pared, con lagrimas de cocodrilo y loa dedos llenos de purpurinas.
“Ian a la cama” le ordeno Tadeo.
“Papá” quiso intervenir en defensa de su hermano
“Ian a la cama” y le mostro su mano en son de azote, si tal como aquella vez le dijo Micaela, mientras vivas en esta casa se mantienen las reglas aunque tengas treinta y el aún no cumplía los treinta, así que no le quedo más que obedecer.
La princesita fue a ver televisión a la habitación de sus papis porque a ella no le gustaba ver como su héroe se metía en problemas.
Cuando quedaron los dos solos, la bomba estallo.
“Tomas”
“Papi” dijo el pequeño granuja
“No hay papi que te salve” dijo sacándose el cinto, y ahí se dio cuenta que no lo traía, “no te muevas” le ordeno, mientras iba a buscar un cinturón a su habitación pero no encontró ninguno, lo que si encontró fue toda su ropa llena de purpurina, he ahí la explicación del porque su hijo la tenía en sus dedos.
“TOMAS” grito desaforado, furioso, fue directo a la cocina y tomo la cuchara de madera, saco a su demonito de la esquina y le rompió el trasero a cucharazos, ¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK! en total catorce cayeron en sus nalguitas vestidas, para luego soltarlo y dejarlo llorando a moco tendido, nuevamente en la esquina, Iancito al escuchar los gritos se levantó a defender a su hermanito, descalzo para variar y se encontró con su padre que venía del baño con su odiado enemigo el señor cepillo.
“Ni una palabra Ian” lo tomo del brazo y le planto dos cepillazos en el centro del trasero ¡PLAFF! ¡PLAFF! “a la cama y no te levantas ni al baño sin pantuflas” ¡ZAS! dejo caer su mano.
Ian se dio media vuelta y obedeció, al verle la cara a su padre supo leer que no ganaría nada con alegar, bueno salvo más nalgadas y el sentía muy mal para tomar otra paliza por su hermano.
Tadeo volvió a la sala de estar y acomodo a su hijo sobre sus rodillas no sin antes desnudarle el trasero, y partió de lleno con el cepillo otros catorce cepillazos en cada nalguita mientras le regañaba por como se había comportado. ¡PLAFF! ¡PLAFF!
“me harás caso” ¡PLAFF! ¡PLAFF!
“Auuuuu papi me dueleeeeee”¡PLAFF! ¡PLAFF!
“no volverás a salir sin permiso”¡PLAFF! ¡PLAFF!
“papito para”¡PLAFF! ¡PLAFF!
“trataras bien a tu hermana” ¡PLAFF! ¡PLAFF!
“No buaaaa todos la quieren más a ella que a mi...” ¡PLAFF! ¡PLAFF!
“Tomas esto es mucho más que un simple berrinche, me desobedeciste saliste de casa solo llevando a tú hermanita que te hace pensar que si tienes prohíbo salir solo, puedes llevarte contigo a tu hermana de cinco años Y POR TU IRRESPONSABILIDAD HICISTE QUE EL IRRESPONSABLE DE TU HERMANO SE A GRABARA” y esa parte se la grito para que Ian la escuchara, y todo eso se lo dejo calcado en el poto a su hijo del medio.
Tommy ya no podía llorar más, Tadeo dio por acabado el castigo, pero antes le dio sentencia de muerte a su trasero,
“En cuanto llegue tu madre le dices, que te volviste a escapar por lo que debe darte tus azotes de recordatorio por dos semanas ya que al parecer una semana de nalgadas no causo suficiente impresión en ti”
“Buaaa”
“Ya mi gatito con botas ya no llores mas mi bebé ya paso...”
Tommy no podía dejar de llorar era la primera zurra real que le daban, nada comparado a los tres cinturonazos que le dio papá al volver a casa de la fiesta, fue como las que acostumbraba a recibir Ian, así que agotado se quedo dormido en los brazos de su padre, quien al verlo dormido, lo alzo como hacia cuando era el gato Felix y lo acostó en su cama, dejándolo boca abajo, Ian se coló a la pieza de su hermanito, y se quedo acariciando su espalda, cuando Tomacito despertó se abrazo a su hermanito.
“Yo ni quería que te enfermaras más”
“Lo sé bichito, pero cuéntame porque hiciste soberano desastre”
“tenía una cita”
“Pero la pudiste dejar para otro día, tú mismo me dijiste que los papás están con problemas económicos”
“Te mentí” dijo chiquitito
“Tommy si me mientes como podre creerte”
“Nunca más Iancito no me dejes de creer” lloro con amargura y desesperación
“no llores Tommy sé que no me mentira más. Dime porque te escapaste”
“Porque el papá ya no me quiere, solo se acuerda de mi para que cuide a Carlihue”
“Tommy tú crees que el papá me quiere menos a mí que ustedes”
“No el papi te ama... si hasta lloro cuando te fuiste” dijo tapándose la boca porque eso era secreto de Estado, la verdad Tadeo jamás podría superar que sus pollitos estuvieran lejos de él. Ian sonrió al escuchar eso porque para él también había sido muy duro.
“Viste y yo era tu niñero oficial”
En eso Carla se interrumpe la conversación
“Yo te prometo portarme bien y aprender a estar solita” dijo con lágrimas en los ojos que hacían un eterno rio por sus mejillas para desembocar en su remerita, ella era la culpable del atroz castigo a su hermanito y eso al hacia la niña más triste del mundo mundial.
Tommy sonrió y se dio cuanta cuan equivocado había estado, si él también amaba a sea enana.
Tadeo que había escuchado todo se le escapó una lagrimita de orgullo por sus hijos claro que el culpo a la edad por estar mas sensible no a la escritora claro esta...
“Si no veo un par de zapatillas de levantar voy a correr correazos”
“No puedes... no tienes” grito Carlita... “y no le pegaras a mi Iancito que aun le duele la colita del piquetito”.

Luna espero hayas disfrutado de la historia tanto como lo hice yo al escribirla, me leí varias veces tu historia para captar la esencia de tus personajes… dudo que lo haya logrado porque cada quien es única en su modo de escribir pero fue hecho con mucho cariño…
Felices fiestas y espero haber logrado picar el bichito de una segunda parte porque amo a todos tus niños.


FELIZ NAVIDAD

3 comentarios:

  1. Lady! Como amé este regalo... no se q decir... estoy tan feliz! Este tommy es todo él lo puedo ver. Y carla e ian han quedado tan lindos! Lady la trama los diálogos todo ha sido tan perfecto. Voy a guardarmelo sabes? Para mi solita. Gracias, gracias, gracias

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    1. Me alegro que te haya gustado... mira que con lo que te costo prestar a tu niño solo podía escribir lo mejor para ti... y espero una segunda parte de maravillosa familia :D

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  2. QUE BONITO HA SIDO TENER DE VUELTA A LOS NIÑOS DE LUNA, LADY, HA SIDO MARAVILLOSA TU VERSION

    LUNA REGRESA SI

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